Los hijos de las tinieblas

 

Un pueblo que vive y sueña esperándolo todo
de la esperanza 
para la conquista de su felicidad, 
no saldrá nunca de las penurias 
o de su merecida ruina.

 

No parece normal pensar que a lo malo que se está viviendo le pueda suceder lo peor. Caer desde lo bueno hasta lo malo es un golpe bastante fuerte y eso deja una huella muy marcada, la cual lleva a entender, como consuelo, que después de un pequeño recorrido por el valle seguidamente debería venir la recuperación. Es cierto que las aguas de lluvia caen sobre las cumbres de las montañas, después se congelan durante un tiempo y luego viene el deshielo, con lo que las aguas empiezan a discurrir en arroyos hasta aumentar sus cauces y caer rápidamente en cascadas, para seguidamente discurrir tranquilas por los valles regando los prados y así crecer nuevamente la hierba y las cosechas. Pero esto es en un ciclo corto. Cuando se trata en política de grandes tormentas son nieves perpetuas convertidas en perversas gobernanzas y entonces los ciclos son más largos, tanto como dé lugar y tiempo a que las aguas de la perversión lleguen a los océanos y luego se evaporen para convertirse otra vez en nieves perpetuas.

Desde lo malo sería normal deducir que se debería ir a mejor, pero en ideologías políticas perversas inoculadas y ejerciendo la gobernanza en lo radical y en lo absoluto y totalitario, con rangos de acoso y sometimiento sin límites, desde lo malo es bastante fácil y probable ir a peor, incluso irse degradando la vida hasta la pobreza y posiblemente la miseria, pues es normal que, de esta manera, a los pueblos terminen eliminando totalmente la libertad, por robarles el alma y requisada la hacienda. Lo que hoy está sucediendo en España y en otros muchos lugares del planeta Tierra muchos pensaban, no hace mucho tiempo y con seguridad, que no podría pasar, pero ya se ve y lo están viviendo que el hoy es malo y en el mañana puede ser realidad a peor. Muchas veces he tenido que soportar «¡Ud. es un pesimista!» ¿Yo?

Ya lo decía con gran precisión, seguridad y contundencia San Lucas: «Los hijos de las tinieblas son más sagaces (para sus negocios) que los hijos de la luz». El mal y el bien, la enfermedad y la salud, lo uno y lo otro. Todo va en paridad, pero destruir cuesta menos que construir, odiar es más común que amar, la holganza es más rentable que la laboriosidad, la falta y el engaño son más dañinas y no se curan con la comprensión o la disculpa; la promesa es engaño pernicioso y la recompensa del éxito es fruto al esfuerzo realizado.

La vida lleva a considerar que más vale un toma que un ya te daré.

La promesa de la prosperidad sin esfuerzo abre la puerta al engaño y el engaño es pernicioso por sus nefastas consecuencias, pues prometer conquistar el cielo no es alcanzarlo, pero ¿por qué el ser humano cree más y mejor en el engaño a través de la promesa perniciosa consciente de hoy que en la realidad incierta del mañana? Un pueblo que vive y sueña esperándolo todo de la promesa en la esperanza para la conquista de su felicidad, no saldrá nunca de las penurias o de la merecida ruina. El iluso es crédulo ante la mentira e incrédulo ante la evidencia de los hechos. Los cantos de sirena del populismo-comunismo llevan irremisiblemente a la anulación de la libertad. El populismo de medio pelo o coleta larga usa la demagogia barata para engañar diciendo una vedad esperada y deseada para convencer, pero una vez en el poder se cambian las tornas.

El populismo tiene el sustrato de la realidad de la izquierda radical, que lleva al acoso seguido del sometimiento a través de un gobierno omnímodo no productivo, el cual tiene que financiarse con gigantescos impuestos en versión requisa. La propaganda unida a la agitación y las revueltas callejeras anárquicas y destacadas destrucciones son las armas y espectáculos dantescos con los que intentan intimidar y causar miedo en las poblaciones, y así o parecido van calentando el caldo de cultivo revolucionario desafiando las leyes hasta anularlas en la práctica, con lo que hoy un paso, mañana una zancada, a continuación la clara conquista y así hasta conseguir el poder. Los grupos anarquistas internacionales coordinados así como los comunistas-independentistas revolucionarios son los encargados de mantener el fuegovivo para que el caldo de cultivo que busca el poder lo tenga a su alcance con más facilidad. Prometer hasta meter y, una vez metido, se acabó lo prometido. Dado que esto o parecido es siempre lo mismo que se ha repetido en la Historia, ¿cómo es posible que los pueblos de las personas normales no acierten a distinguir un lobo disfrazado con piel de cordero? Los lobos devoran a las ovejas, pero los pueblos, en su infinita ceguera, no saben que son realmente ovejas que presumen injustamente de asignarse el apelativo inmerecido de personas. 

La política populista de la izquierda radical es promesa pura, es pura ficción para el pueblo creyente, pero realidad futura de conquista para el sagaz mentiroso que sabe de forma categórica que lo que va buscando realmente es el poder, y siendo el engaño descarado y sistemático el medio más seguro para conseguirlo; lo que importa es diseñar el señuelo como propuesta de una dulce realidad necesaria hoy y alcanzable mañana en forma de promesa, pero que no llegará a ser realidad mañana ni nunca, tal vez lo más probable y posible sea todo lo contrario. Mentir hoy utilizando el contenido engañoso con el que se elaborará el contrato político es engañar de forma consciente al ingenuo pueblo, el cual cree ciegamente en lo que le prometen, pero que no ve ni verá muy posiblemente nunca; además, no aciertan a comprender que una cosa es la Fe religiosa y otra es fiarse de los sagaces semejantes que buscan recorrer el camino hacia la conquista del poder político sobre la sociedad utilizando cualquier artimaña, siempre perniciosa, como consecuencia final.

El principio de la convivencia político-social radica en un contrato que está viciado desde el principio y, por lo tanto, nulo de pleno derecho. Es claro, por su evidencia en los resultados, que la propaganda de forma consciente que elaboran y difunden con gran eficacia y poder de sugestión y convencimiento los hijos de las tinieblas son más eficaces que las simples y ñoñas de los hijos de la luz. El perverso es más astuto para sus negocios y beneficios de sus gentes que los hijos de la luz. 

El Mayordomo infiel es más sagaz y astuto para su propio beneficio que el fiel. El infiel se lleva una gran recompensa respecto a su ínfima pena, pero el fiel lo justo o menos de lo que le correspondería en justicia. El infiel se busca la vida generosamente con artimañas y cambalaches, pero el otro nunca lo aprenderá.

Los hijos de las tinieblas emplean malas conductas, pues mienten, roban, engañan, hacen trampas, pervierten, difunden malas doctrinas y ejemplos, lo que sea o haga falta para conseguir el fin propuesto que les beneficie. Pero lo mejor y mucho más provechoso es la especie de estrambote que se asignan como beneficio añadido por merecido, que es el salir siempre a flote, como los corchos en el agua, enarbolando su triunfo moral, del honor, la intelectualidad, su verdad y la dignidad, así como todos los beneficios distribuibles del progresismo reformista de justicia social con el que ya nadie tendrá que trabajar al ser distinguido con el título social de «hijo del Estado».

Prometer vivir sin sembrar (sin trabajar)
es el eslogan más eficaz para en política populista triunfar.

Los núcleos críticos de la izquierda radical son auténticos artistas diseñando los textos para la agitación y la propaganda. Nadie se inventa nada, previamente se lo estudian y repiten el texto del libreto como guión único. La idea está diseñada y el texto es hábilmente elaborado sobre lo contrario. Frases simples, sencillas, cortas y aparentemente vulgares para que sean fácilmente entendibles, sin otra interpretación posible que no sea la etimológica escogida para cada intención concreta, por eso son escuetas e incisivas. Se difunde humildemente y de forma convencida lo que luego no van a hacer. Cuando van a destruir, lo hacen normalmente hacia la persona o el ente que lo represente, además categórica, contundente y de forma que se fijen fácilmente en las que consideran mentes porosas. De todas las ideas, las únicas las suyas. Las demás no cuentan o se encargan de anularlas.

El jueves 26 de mayo Pablo Manuel Iglesias Turrión asistía a dar una charla ante la plana mayor de los empresarios catalanes. Entre otras cosas, para que España (pronunció España) funcione le tiene que ir bien a todo el mundo y a los empresarios también. Entiende la necesidad de una fiscalidad razonable y que, si gobierna, subirá los impuestos a empresas y a grandes fortunas. Cree en la propiedad privada, en la cultura del esfuerzo, en la economía competitiva y en el esfuerzo de los emprendedores que son necesarios para este país. De estas declaraciones y otras anteriores de Chavez en 1998no hay ninguna diferencia. Unos 18 años después Venezuela está en la ruina, esperemos que esta vez el contenido de la Historia se equivoque. 

Winston Churchill no creyó en el pacifismo, a diferencia de Arthur Neville Chamberlain que era partidario del apaciguamiento y contemporizar con las políticas expansionistas de Hitler y Mussolini, cediendo a sus exigencias para evitar un conflicto generalizado en Europa y, a la vez, así lo creía, afianzar la paz mundial. Cuando a primeros de 1938 el Tercer Reich se anexara Austria, violando el Tratado de Versalles, no dijo ni chitón, ni mu, ni pío.

El resultado del pacifismo y de mirar a otro lado, además de consentir ingenuamente la expansión, dio lugar  a la Segunda Guerra Mundial. Y así resultó que el viejo zorro se llevó el gato al agua al tener toda la razón. Si cuando los enemigos con piel de cordero te empujan y retrocedes, además lo consientes e incluso lo disculpas diciendo que no tiene importancia, que son una minoría y que seguro no lo volverán a hacer, no es que seas buena persona ni generoso, es que eso es de ingenuos, ignorantes o cobardes. Cuando te empujan y te vuelven a empujar y así o parecido te siguen acosando, es casi seguro que terminarás acorralado y sometido. Y después, ¿qué? Pues ahí está Ud., para intentar resolverlo antes que sea sometido. Si quiere una ayudita repásese la Biografía de Marco Livio Druso (el Tribuno de la plebe).

Un gobernante nunca puede ser un pastor que apaciente a su rebaño. Un pueblo no puede ser nunca ganado que se alimenta de la hierba del prado. El gobernante que ejerce de comediante es un impostor y, por lo tanto, un traidor infame. Prometer bonanzas, derechos y fe en las esperanzas, pero nunca obligaciones, es de farsantes. Un mundo de dulce y relamerse o chuparse los dedos es ficticio, ¡no existe! La vida en sí misma es casi un calvario.

Para la gobernanza se requiere vocación, conocimiento, experiencia contrastada, valores, principios y virtudes, honradez, buena oratoria, además autoridad conferida y ejercida, basada en la excelencia reconocida. Personas sobrias, respetables, de semblante y modales escénicos para atraer y convencer con lo que le respetarán y seguirán. Ya no sigo, porque se ha dado cuenta que le estoy describiendo una utopía.

Antonio Sáez del Castillo

28 de julio de 2016

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