La comunicación oral y la vida misma

 

Nunca mejora su estado
quien muda solamente de lugar,
y no de vida y costumbres.
Vida del Buscón don Pablos.
Quevedo.

 

La capacidad para comunicarnos es innata, nace con nosotros de forma intrínseca como una de las primeras necesidades imperiosas para desarrollar la función antropológica en la relación con nuestros semejantes; aprender es inherente a nuestra razón y ser de forma dinámica adaptativa y evolutiva. El aprendizaje es permanente durante todo el proceso de nuestra vida, aunque nos parezca que las cosas se van produciendo sin darnos cuenta, pero realmente es todo un gran proceso que empieza con el nacimiento y perdura el resto de nuestra existencia. Al nacer, unos azotitos y a llorar, pues esa puede que sea la primera forma de expresar que ya existimos y empezar a  llamar la atención de que algo necesitamos. Veamos un consejo de anciano sabio: le pregunta una mamá al Lama, ¿cuándo tengo que traerte a mi hijo para que le enseñes? Le pregunta el Lama, ¿cuántos años tiene? Tres, contesta ella. Pues llevas ya tres años de retraso. El desarrollo de la persona y su clarividencia forman su personalidad. La conquista de la sabiduría sobre todo lo que se pueda conseguir no exige penitencia, lo que sí hace falta es entrega y sacrificio sin limitación de ninguna clase o condición. El prepararse para la vida y resolverla lo mejor posible es una obligación, pues los derechos vienen al final como fruto del esfuerzo realizado. Primero generar la riqueza y luego disfrutarla.

No sabemos de nada, todo lo tendremos que aprender, pero he aquí que ya en nuestros genes traemos la primera fase de la necesaria comunicación para iniciar nuestro proceso de vida. Los siguientes pasos de progreso son los gestos, esa aparente sonrisa y agitar de brazos y piernas, balbucear sonidos intentando imitar lo que los padres pronuncian en repetidas veces y de los que se le acercan haciéndoles carantoñas. El desarrollo de la atención lleva a imitar gestos y sonidos. Aprender por repetición reiterada lleva a ir estructurando de forma inconsciente unas formas de comunicación recíprocas para conseguir un entendimiento que es la base para seguidamente comprender y, con ello, reflexionar para concluir, contrastar y archivar. La mímica no es comunicación de menor rango, ya que se debe considerar arte y técnica de imitar al expresarse por medio de gestos, ademanes y medios corporales. Caeríamos en un gran error, por limitación o exclusión respecto al resto, si consideramos como único el lenguaje hablado.

Aprender para saber y, seguidamente, aplicar para encontrar una utilidad. Puede parecer una obviedad, pero saber es simplemente recordar. Si no lo recuerdo, no lo sé, no existe. Creía que lo sabía, pero al buscarlo para expresarme no lo encuentro. Repetir, repetir y repetir tantas veces como sea necesario para que en el cerebro quede grabado. No soy yo el que analiza y responde, es mi cerebro el que, de forma mecánica por reflejo recíproco, actúa en función de lo que puede proyectar y recibir. Cuando pronuncia una frase, ¿sabe de dónde la ha sacado? Cuando hablamos, lo que hacemos es proyectar un flujo de energía cinética codificada que llega hasta el receptor a través del medio que nos rodea y su cerebro la recibe y la descodifica. No somos nosotros, son nuestros cerebros los que se comunican. Se puede hablar por el móvil con los ojos cerrados, pero los seguimos teniendo abiertos. El cerebro es el ojo cósmico que tenemos que descubrir y, cuando lo consiga, será tal vez lo más importante para cambiar su vida a mucho mejor. Mientras se siga utilizando la capacidad visual de los ojos como única fuente de realidades tangibles, se seguirá en un medio restringido y acotado por muros o barrotes. No es la cárcel la que se utiliza para privar de libertad, es la que cada uno construye con su horizonte limitado y murallas inaccesibles. De esta desgraciada situación saldrá cuando conquiste con gran nitidez las realidades científicas tangibles e intangibles de cualquier dimensión y en todo su esplendor, de Ud. mismo y del mundo que le rodea. No lo olvide: la lógica con la razón, más la sensatez y la cordura son ciencia pura.       

La vida es el gran teatro de la manipulación
en donde nada es lo que parece.  

¿Por qué siendo la comunicación tal vez de lo más importante para el ser humano en su desarrollo de necesaria e imprescindible convivencia en colectividad, no se le da la máxima importancia desde los momentos iniciales de su existencia así como en lo sucesivo para realizar y ejecutar mejor el proyecto de su vida? El Estado español tiene que exigir que se imparta el idioma español (que no castellano) en todo el territorio nacional como lengua vehicular y, al que no lo hiciere, aplicarle la legislación vigente. ¿Qué es primero, el saber o el saber decir? Saber sin saber decir es como si nada se supiera, es incluso estropear lo aprendido. Desarrollar las mejores capacidades y habilidades de comunicador en español puede que sea una primera forma de ir adquiriendo conocimiento y aplicarlo con cierto éxito para un posicionamiento social por encima de lo normal. Saber y saber decir en un buen idioma como nuestro español, seguido de un buen hacer, es conseguir fácilmente la utilidad esperada y merecida. La comunicación recíproca requiere la posibilidad de convertirla en un arte para interpretarla en el escenario de la vida. No lo olvide, la primera aplicación que tiene el conocimiento es para que no le engañen. El entorno antropológico que le rodea es casi todo mentira, por eso hemos de descubrir la verdad que suele estar detrás de la mentira. La mentira es el dardo envenenado de la hipocresía, además añada odio, amenaza, descalificación, desprecio y más veneno paralizante que irá observando y padeciendo cada vez más. A la parejita presuntamente separatista que representará a España en el Festival de Eurovisión 2018 le agrada insultar a España con eso del libro “España de mierda”. ¡Y no pasa nada! Las ansias desmedidas de los despreciables mediocres es igualar al resto por abajo a imagen y semejanza de rebaño lanar. Tal vez todo empezaría a cambiar cuando hubiera un Gobierno en condiciones y se olvidara definitivamente el genérico despectivo “país” y se dijera España. Antes, y durante muchas décadas, la ilusión muy generalizada era la de construir con gran esfuerzo y entrega una gran nación, y se consiguió, pero desde el despiece o segregación del 78 y la consumación de la última etapa desde el 2004 todo es lo contrario: agitación, revolución y miedo para descomponer y dominar al rebaño.  

Cuantos más frentes le abras al enemigo (pueblo),
más segura tendrá la victoria el gobernante.

El arte de decir el contenido del libreto de nuestro saber acumulado y proyectado sirve como mínimo para resolver un poco mejor la vida de cada uno en la convivencia con nuestros semejantes. El saber proyectado con una buena capacidad de comunicación es mucho más saber. Se trata de utilizar la sinergia positiva que eleva e incluso engrandece ese saber depositado en el silo del conocimiento. Saber por saber tal vez sea un lujo tonto, aunque puede que no sobre. En la búsqueda permanente de obtener una utilidad, ¿qué sentido tiene ver correr el agua del arroyo y no aprovecharla para sacarle fruto al molino? Las palabras derechas por fundadas en la lógica y la razón de la ley natural de la convivencia de un buen orador conmueven, aunque se debe recordar que, como fin, nunca mueven. La mentira se arraiga con fuerza en la mente de los ignorantes creyentes, pero la verdad dura en su sitio menos que un mal maquillaje. Pero mucho cuidado y máxima alerta, ya que no se debe olvidar nunca, bajo ningún concepto, que las palabras torcidas por perversas pronunciadas como soflamas incendiarias de los sofistas embaucadores son mentiras que inoculan a los ingenuos componentes de los pueblos indiferentes por amorfos. En la docencia es el decir, el hacer y verificar, pero no tiene ningún sentido, en su razón y ser, el decir sin más, como no lo tiene el hacer sin verificar. Inocular no es instruir.

En los últimos tiempos es la comunicación oral la que cada vez cobra más y más relevancia, ya que de ello se encargan los media a tal efecto promocionados. Los actores debidamente adiestrados son colocados en distintos medios para que se encarguen de ir inoculando, por repetición insistente, las ideas generalmente de gran interés para los políticos con destino a descomponer la sociedad con contenidos torcidos, los que dan como resultado la descomposición integral de los individuos y seguidamente de todo el conjunto en el que activamente participa. En muchas de las televisiones se presentan a los actores a sueldo como periodistas incluso independientes o el apelativo de referencia que parece más disimula, cuando realmente, en la mayoría de los casos, son representantes de ideologías políticas de distintos signos, pero dominando la izquierda radical a través de las organizaciones incrustadas subrepticiamente dentro del tejido social y político debidamente financiadas con subvenciones y otras modalidades al efecto.

Los demagogos son muy largos en prometer,
pero muy cortos en cumplir.

La TV en especial, por su importancia en la imagen ratificada con la palabra, es el medio de mayor audiencia y poder de convicción para el receptor. Lo que transmiten es verdad única e irrefutable: lo ha dicho la TV. La perversión de muchos de estos medios, conjuntamente con la enorme difusión y aceptación de los contenidos a través de los mensajes en los móviles y en grandes concentraciones convocadas al efecto, se conforma la verdad, su verdad, que la gran masa asimila con gran facilidad. Cuando al pueblo se le miente, la mentira del poder es su verdad. Es sorprendente ver cómo la gente está secuestrada y no es consciente de ello. La vida en libertad controlada no merece la pena vivirla. El conocimiento aplicado es, cada vez más, mejor capital para conseguir riqueza que el capital dinero. Es un gran error fiarlo todo al dinero. El pueblo no entiende que el dinero sin contravalor de riqueza es un fungible biodegradable con valor residual cero. El dinero no es riqueza, pero la riqueza puede cambiarse por dinero. Conviene recordar y no olvidar que siempre es mejor construir riqueza que destruirla.

El conocimiento dinámico evolutivo adaptativo y aplicado tiene sentido para conseguir una utilidad como fin, pero siempre tiene que ser contrastado, de esa forma puede ser el móvil del crecimiento económico para una sociedad que busca en la excelencia su bienestar. El capital intelectual aplicado debiera ser considerado como mejor generador de riqueza real. El capital dinero ya no será lo primero. El aprender y aplicar también tiene la finalidad de conseguir riqueza real. El conocimiento como tesoro está guardado más seguro en el cerebro que los caudales del avaro en una caja fuerte. Cuando en la vida se confunden las riquezas materiales con los principios y valores tradicionales, el camino suele ser tortuoso y el fin incierto, cuando no fatal. ¿Cuántos que vivían modestamente bien, por creer pretender vivir mejor al ver que se les escapa la oportunidad de esperanzadoras riquezas, ahora están mucho peor e incluso en la ruina o rondando la miseria? Así, cuando se persigue algo, por envidia inusitada que no se merece ni se puede, se corre el peligro de perder lo que se tiene. Muchas veces en la vida conviene recordar el proverbio «Más vale pájaro en mano que ciento volando». Cuando tiene ya el pájaro, si aprieta la mano más de lo normal puede que lo asfixie, si la afloja más de lo normal puede que se le escape. El control de la vida real tiene un límite, más allá suele estar el precipicio.

La gente aprende a ganar dinero, 
pero no aprende a conservarlo.

Las palabras conmueven pero los ejemplos arrastran, se suele decir; falta alguna matización, ya que las palabras de contenido en la verdad tienen muchísima menos fuerza para ser asimiladas como tales que las palabras que tienen de contenido la mentira. Sócrates y Platón lucharon contra los sofistas Protágoras y Gorgias, pero la trayectoria de unas y otras han seguido distintos caminos a través de la Historia, dando como resultado ratificado miles de veces a favor de las mentiras, incluso horrorosas y catastróficas. Ya refería Jenófanes, considerado fundador de la teoría del conocimiento, que sobre todas las cosas no hay nada más que opiniones, añadía que la verdad objetiva es aquello que se corresponde con la realidad, es decir, la verdad en su razón y ser de atributo en su esencia pura es verdad científica, pero aún y así hay que validarla por contraste para que siga vigente. Las ideologías perversas del progresismo rancio para convencer y arrastrar a las mentes amorfas están basadas en la ficción de una realidad de felicidad futura que la entregarán siempre en el púlpito de la esperanza. Las ideologías políticas que se basan exclusivamente en el pasado, y sin salir de él, son las generadoras de fracasos estrepitosos para los pueblos confiados. Cambiar conscientemente el pasado para inocularlo como verdad en el presente es confundir a la persona y a la sociedad, lo que supone que tengan que caminar por lugares pedregosos y tortuosos. Cada día que pasa es más normal que los mismos de antes pasen al primer plano de la agitación a base de contar lo que no ha sido verdad y, con ello, pretender conseguir el control del pasado para modificarlo a su favor. Lo que se piensa puede que no sea lo que realmente existe, pero para los ideólogos sofistas no hay verdad ni mentira ya que todo es posible como conclusión hasta conseguir la verdad que les convenga. Todo lo que sea bueno para el convento, adentro.

Al que nos ayuda y nos produce bien
hay que responderle con gratitud.

Sin aprender, no se puede comprender. Es gran error vivir por imitación en vez de según dicta la razón. La verdad científica suele ser una, al menos de momento y mientras no se demuestre lo contrario, pero la mentira tiene como razón y ser la validez infinita impositiva de todas y cada una de las posibilidades de las opiniones que a cada uno le venga en gana o le interese por sus condiciones políticas o beneficios bastardos. Así se deduce que el que tiene el Gobierno lo puede todo. Las fuentes primeras y principales que han disfrutado del privilegio de pervertir el lenguaje para inocular las ideas perversas, en los entes amorfos que constituyen los pueblos sobre el planeta Tierra, ha sido la gobernanza en cualquier modalidad, clase o condición, dando lugar, a través de una larguísima historia, a que no se pueda refutar de ninguna de las maneras, formas o procedimientos conocidos. 

Hasta ahora, las mentiras más horrorosas han sobrevivido con mucha más salud que las verdades evidentes. Lo malvado e injusto como contrario a la verdad ha prevalecido a lo largo de toda la existencia de la humanidad, salvo en muy pocas excepciones. Estar encadenados a la realidad manipulada es condena permanente para el ser humano, cosa que no parece, en buena y sencilla lógica, tenga que ser así, pero dadas las situaciones y condiciones que el entorno actual ofrece no parece que sea posible revertir. Ya solo intentarlo sería causa perdida, pues el malvado no descansa, no desiste en su empeño de retorcer, empujar y llevar a su presa hasta el paredón si necesario fuera, y allí consumar su final.

El miedo somete
y la codicia arruina.

Cuando a un pueblo se le impone por prohibición mediante decreto no hablar de su añorada historia pasada como realidad vivida, es que la perniciosa mentira se impone otra vez más por la fuerza sobre la verdad que se puede contrastar. El pueblo tiene un grave problema cuando se repliega ante el acoso vergonzoso del ataque de la mentira organizada de forma consciente.  En la realidad global que vivimos hoy, decir la vedad evidente es un acto temerario. Dicen que la justicia es el pan del pueblo, pero en estos últimos tiempos está hambriento de ella. Cuando la política de forma evidente está por encima de las leyes y de los que las aplican, mal porvenir le espera a ese pueblo ciego por inculto y confiado por desidia. Las disputas políticas, como aves carroñeras disputándose la víctima, alejan a la gobernanza de sus obligaciones y el hedor de la putrefacción torna la confianza del pueblo en miedo y estupor, lo que supone empezar a vivir en las puertas de la desesperación. Las condiciones que le imponen salir de donde está suponen viajar hacia destino incierto. La ignorancia le hace ver, oír y padecer cosas que no reconoce en su vida. ¿Por qué en el transcurso de su existencia no ha dedicado un tiempo importante a pensar que el porvenir de su vida estaba exclusivamente en usted? ¿Había pensado en alguna ocasión, aunque fuera por casualidad, que el hombre llegaría a sentir miedo por el acoso social desde las instituciones organizadas a nivel internacional debidamente subvencionadas? Descomponer la familia es el principio para la descomposición social. Después de la descomposición social, lo que queda no es un pueblo sino un rebaño sometido por un pastor.

  Una acción ejemplarizante
es el mejor discurso de un hombre cabal.

Pasado el tiempo y sucedidas las circunstancias, se deduce lo importante que es haber aprendido y comprendido el significado de las palabras, que son las representantes de las causas que dan lugar a los hechos y sus consecuencias. Así, qué es lo que dices, cómo lo dices y para qué lo dices; lo otro muy distinto y distante es, qué es lo que dicen, cómo lo dicen y para qué lo dicen. Lucas: “Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía”. La levadura fermenta la masa, le hace tomar el volumen que no es real con el fin de que pueda cocerse mejor. La hipocresía es como una levadura que muestra una apariencia, la cual está muy lejos de la realidad. También de Lucas (del Mayordomo infiel): “Los hijos de las tinieblas son más sagaces para sus negocios que los hijos de la luz”. Aquí siguen unos versos de León Felipe para ratificar lo que está padeciendo en su valor literal: “Digo todo lo que he visto y he vivido, que la cuna del hombre la mecen con cuentos, que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos, que el llanto del hombre lo taponan con cuentos y que el miedo del hombre… ha inventado todos los cuentos”. De niño, para dormirse, los cuentos y ahora de adulto, los políticos para embelesarle, muchos más cuentos y mentiras. Y sigue Ud. sin darse cuenta que los cuentos… cuentos son; y las mentiras conscientes de los perversos, peor que los cuentos son. Y enfrascarse en todo ello le hace olvidar todo lo demás, que es lo que realmente le debería importar.

Cuando todo el mundo miente, la mentira es la única verdad. Por lo tanto, la mentira en versión verdad es con la que angustiosamente hay que convivir y así pasará a la Historia una vez más. ¿Cómo es posible aceptar de forma sumisa la imposición de una realidad histórica inventada por mentes perversas que nunca existió, cuando la única verdad real conocida por irrefutable son los propios hechos que acontecieron en sí mismos y no de otra manera? ¡Los acontecimientos pasados son la única realidad que existió y no otra! También debería ser considerada alta traición pervertir el leguaje del discurso político interesado para torcer el camino de la verdad. Si me engañas una vez, qué vergüenza para ti, pero… si me engañas otra vez, qué vergüenza para mí.

Cuando un pueblo no defiende, en lucha si fuera preciso, la realidad de su Historia es que renuncia a sus ancestros más valiosos que le dieron su razón y ser. Un pueblo sin Historia es como si no hubiera existido nunca. Asumir el pasado como la nada o a través de una historia torcida inoculada es la más grande de las indignidades que se pueden cometer por un pueblo que fue el Imperio más grande y grandioso sobre el planeta Tierra: ¡España! Es una evidencia que si no recuerdo mi ayer es que no soy nada. Peor aún es asumir la perversa mentira inoculada en acto indigno de sumisión. ¡Qué vergüenza más vergonzosa debe ser agachar la cabeza ante el amo perverso por inquisidor! Ante un entorno tan convulso hay que reflexionar en profundidad para que el alma se serene, la mente se repose y así surjan nuevas y mejores ideas para organizar una vida mejor.

A las aves en vuelo las sostiene el aire,
a los hombres las realidades.

Yo ya soy muy añoso y la Historia que he vivido en primera persona no me la cuenta nadie porque la recuerdo bastante bien, además puedo decir y digo de forma contundente que la versión torcida y parcial que están inoculando en estas últimas décadas a la juventud, de forma casi generalizada, en nada se le parece a la realidad que yo he vivido. De un tiempo acá todo es torcido, todo al revés e impuesto de forma perversa. ¿Cómo es posible que, siendo la realidad que yo he vivido y recuerdo como mucho mejor que lo de ahora, se diga que estamos mejor? ¿Cómo se atreven a decir de forma impositiva que hay que sancionar al que haga referencia al ayer? ¿Cómo quieren hacernos ver y creer que el tiempo pasado fue peor e incluso perverso si no lo han vivido y además es mentira? La realidad vivida te hace refractario frente al fuego del malévolo agresor. Así resulta que del dicho interesado al hecho vivido hay mucho trecho. Ahora estás en libertad limitada cuando antes decías lo que creías o pensabas sin límite, salvo la política y unas cuantas cosas más. A mí antes nadie me llamó al orden nunca, pues cosas y muchas eran las que decía por creerlas convenientes. En estos tiempos para ser libre y no depender de nadie hay que tener la vida resuelta y ser refractario al miedo, de lo contrario sumisión y entrega sin condiciones. La libertad radica en que la persona quiera ser independiente y no admitir obediencia ciega a otros de condiciones inferiores que quieran imponerte su doctrina perversa. En el radicalismo democrático de derecho torcido no hay libertad, pero te compensan con la esperanza en un futuro mejor. Siempre he preferido el dicho “más vale un toma que un te daré”.

Aún hay gente que cree que el maná cae del cielo,
y lo cree de verdad.

La Historia nos enseña que toda verdad tiene que ser contrastada, pues fiar el mañana a la esperanza inventándose derechos que luego resultan torcidos es camino hacia el fracaso y posible ruina. Antes era trabajo y ahorro que dio lugar a que España fuera la octava potencia con un importante tejido industrial. La deuda del Estado en 1975 era, equivalente en euros, de unos 14.000 millones, pero ahora está en torno a 1,4 billones, además el déficit entre importaciones y exportaciones es permanente desde 1975 superando ya el billón y la banca anda por el estilo, y no digamos la deuda privada que supera los 700.000 millones y no quedándose atrás la de las empresas con unos 900.000 millones. El puesto en competitividad internacional en el 34. El índice de fecundidad en el 1,3 y bajando, estando la tasa de mortalidad en el 9% y subiendo, pero lo peor es que el riesgo actual de pobreza está en el 23% y subiendo, lo que supone unos 10 millones de personas que viven por debajo del umbral de pobreza. El índice de corrupción 57 y subiendo y el índice de incompetencia de los gobernantes en subida libre y subiendo. El índice de productividad sigue muy enfermo y empeorando. El número de pensionistas y paniaguados en subida libre. La libertad de expresión cada vez peor y sin visos de mejora. La ideología de género y el feminismo en plena primavera. La Ley de Violencia de Género en plena ebullición. Los divorcios aumentando y de qué manera. La natalidad por los suelos. Y el futuro muy oscuro tirando a la ceguera, al seguro morrón o al irremediable batacazo.

Antes disfrutábamos de la mejor clase media de Europa, no faltaba el trabajo y no había casi impuestos, pero ahora los han llevado hasta ser considerados como requisa y subiendo. ¿Es lo mismo ajustarse a una realidad de trabajo y ahorro que a un disfrute de inmerecidos derechos financiados con deuda que luego tengo que pagar? La deuda pública de España es una de las más grandes del planeta Tierra. Todo lo que han dado en llamar desarrollo con derechos y sin obligaciones gracias a la democracia es mentira. La realidad irrefutable es que todo ha sido un fraude ya que se ha hecho a base de una deuda descomunal, la cual son impuestos diferidos que hay que pagar con impuestos añadidos a los actuales. Antes lo que tenía era mío, ahora me dicen que disfruto gratis de mucho pero no me dicen todo lo muchísimo que debo y que tendré que pagar quiera o no, ya que las únicas leyes que se aplican con todo rigor al pueblo para someterlo son las de la requisa. Las dos mentiras y gordas que siguen (¿son copiadas del manifiesto comunista?), Sanidad universal y gratuita, mentira; Educación universal y gratuita, mentira. Son verdades para todos los que vienen de fuera, pero no para los que lo financiamos todo con impuestos. O sea, los impuestos actuales más la deuda y sus correspondientes intereses son un dogal con cadena muy corta que terminará por asfixiarnos. Con respecto a 46,5 millones de habitantes, la Deuda per Cápita 25.000 €, pero con respecto a los 14 millones de trabajadores del sector privado supone más de 100.000 €. Tomar como referencia el total de la población es un auténtico engaño ya que el que nace ahora tardará muchos años en poder pagar impuestos, pues antes lo tienen que pagar los padres con empleo privado, si es que lo tienen. Cuentos y mentiras no faltan, lo que faltan son ideas constructivas, principios, valores y mérito contrastado. Construir, sí; demoler, no.

Si una idea al ponerla en práctica no funciona,
busque otra y así hasta que encuentre la verdad.

Antes había más ideas y más libertad para obrar, pero ahora, en el Estado del bienestar para los partidos políticos que no son democráticos, te lo imponen todo y con ello dificultan la capacidad de desarrollar ideas para generar riqueza. Para disminuir o anular el déficit y reducir deuda es necesario crecer sobre un modelo productivo basado en más conocimiento e investigación aplicada para innovación, aumentar la productividad laboral en general, no robar, crear empleo de unos 3 millones, subir salarios, cambiar derechos por obligaciones, exportar más que se importa, aumentar el tamaño de las empresas, reducir drásticamente toda la estructura corrupta y perniciosa del Estado actual centralizando y mejorando la enseñanza, la sanidad, la seguridad y un largo y amplio etcétera.  Tome buena nota de lo que sigue: lo que se avecina no es pequeño.

La imaginación creativa sobre la verdad irrefutable es el fruto del saber y saber hacer en libertad. El “liberalismo antropológico democrático y de derecho torcido” se inventa el futuro indeterminado a base de trasformar la mentira en esperanza, prometiendo que su soñada realidad será real en un mañana que nunca jamás llegará. Digo yo y espero que no esté muy desviado, que nunca jamás en la Historia de España han publicado tantísimas leyes inútiles y perniciosas como las que han publicado en estos últimos cuarenta años. Cada Autonomía, que son auténticos Estados de hecho y de derecho sin obligaciones, hace las suyas y además son distintas, dando lugar a que en cada una de ellas tengan que ser aplicadas incluso por encima en rango de la Constitución. Es mentira que se cumple la Constitución, pues la diferencia de unas a otras es un galimatías. Leía en un titular del ABC: “Permitir 25 versiones de un libro de texto roza la malversación, igual considerando es que supriman el español y se limiten a su idioma y a su autonomía, considerando que el resto de España no existe”. El sector educativo acusa al Gobierno de no hacer nada frente a las Autonomías, pero les da igual, esperan a ver si escampa y cada vez llueve más. El Estado tiene la obligación de hacer cumplir las leyes, así como responsabilizar a los que las incumpliere, pero no lo ha hecho ni lo hará, la referencia pudiera estar, entre otras muchas, en la aplicación del 155 que se ha quedado en 1,55. La dejación consciente de la obligación de actuar en derecho, ¿pudiera ser cooperación necesaria y, por lo tanto, punible? En España falta un verdadero Estado social democrático (de hechos y responsabilidades) de derecho. Lo primero es la responsabilidad y generación de riqueza, pues no se puede redistribuir si antes no se dobla el espinazo. España no puede seguir manteniendo a tantos pedigüeños y subvencionados ni entregando a tantos y tantos todo gratis total, pues la generosidad mal entendida suele tener un final fatal. Además, sobran fútbol, política y políticos, Autonomías, Diputaciones y falta comida, mejor formación y empleo, más competitividad y natalidad y ¡menos impuestos! ¡Y muchas más cosas importantes que necesitan urgente solución! Desde el poder legal establecido, ¿mirar para otro lado de forma consciente permitiendo la descomposición del Estado y del pueblo, debería ser considerado alta traición?

Las ilusiones no tienen fin, ni dimensión,
solo intensidad, por eso se pierden en la inmensidad del cosmos.
Al alba, cuando aparece la luz, es cuando la vida nace.
Origen de un nuevo día.



Antonio Sáez del Castillo

07 de mayo de 2018

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