Cuando la política se arroga el poder total por encima de las leyes y de la justicia es que ya no hay estado ni nación.
Recordando a Lope:
Darme quiero a entender con lo que digo,
aunque yo ya con lo que sé me entiendo sin decirlo.
El nacionalismo es una forma de apoderarse de un territorio y construir su propia nación, por lo tanto es una idea bajo el manto protector de la perversidad política, ya que lleva en sí la exclusión de los otros que hasta su ocupación son legítimos, pero seguidamente terminarán por ser excluidos. Considerar un territorio, normalmente como base de una nación, es como un golpe de estado desde el estado, pues para que uno se asiente el otro tiene que ser cooperador necesario, salvo que se entre en contienda sin límites y hasta el final, pero este no es el caso. La utopía es la realidad promocionada e impuesta por la fuerza de las mentiras que elaboran y que serán las bases de su nuevo estado. Partiendo desde el estado existente y siendo ellos mismos parte integrante de él es necesario que la otra parte que aún se mantiene fiel a los principios establecidos coopere consintiendo activa o negligentemente, así como el Estado central. Mirar para otro lado por los que tienen que defender al Estado es cooperación consciente, aunque las apariencias sean de quiero pero no puedo. Es traidor tanto uno como el otro y todos juntos en connivencia acordada para conseguir el objetivo previamente programado. Nada es casual. Nada es relativo. El proverbio de la antigua matanza del cerdo, “tanto peca el que mata como el que tira de la pata”, viene como anillo al dedo para este caso.
Los jóvenes hoy en día son más tiranos,
contradicen a sus padres, devoran su comida
y faltan al respeto a sus maestros.
Sócrates (470-399 a. de C).
Bajo el manto del relativismo se construye de forma consciente todo el programa de destrucción previa para seguidamente obtener la conquista. El que ataca resalta el arma poderosa del relativismo político argumentando que todo vale, pero lo suyo es la única posibilidad y por eso la imponen por ser su identidad y nada se puede comparar. Lo de los otros, nada vale, nada es real, es un estorbo que hay que erradicar. Cuando las leyes dejan de cumplirse, porque la política copa todas las funciones del Estado, la anarquía está en vigor y el temor aparece, seguido del miedo y con ello surge de inmediato la convulsión social al temerse, razonadamente, que ante cualquier hecho serán los políticos, y no las leyes, los que les juzgarán según su conveniencia. Así resulta que Estado, Gobierno, Legislativo y Judicial serán todo en uno. El proyecto ya hace décadas que está en marcha con la cooperación necesaria, de hecho, del Estado central y las autonomías separatistas. Si las decisiones políticas son directamente aplicadas con todo rigor y amplitud, que lo estarán, ¿para qué las otras instituciones del mal llamado estado social, democrático y de derecho torcido? Cuando la ideología separatista utiliza directamente lo que considera genéricamente política de su propia conveniencia y no encuentra respuesta, porque el que la tiene que dar mira para otro lado, entonces ya está consumado el separatismo, siendo la causa el previo acuerdo implícito que concluyeron con lo que antes fue el Estado social democrático de derecho perverso y sedicioso.
Cuando una parte de la población de un estado ya constituido y consolidado comienza el proceso de apropiación, su objetivo es expulsar a la otra parte para quedarse con el dominio absoluto del todo. Arrogarse derechos todos y con carácter absoluto es una forma de marcar el territorio. Todo esto es nuestro y vosotros sois unos intrusos, sois basura que hay que barrer, estiércol que huele mal y extranjeros que hay que expulsar de nuestro país. Nosotros somos los únicos poseedores del lugar que habéis invadido quitándonos nuestra posesión que nos pertenece por derecho y según nuestras raíces como pueblo distinto y diferente cuya nación nos pertenece. La basura se corrompe y nos contamina. Hay que limpiar nuestra nación de escorias y parásitos que como plaga inmunda nos amarga nuestra convivencia de pueblo superior. Os vais de aquí porque estorbáis y si permanecéis os echaremos porque aquí no os queremos, no os necesitamos. Esta es nuestra nación y no queremos extranjeros analfabetos ni miserables. De esta guisa, o parecido, muchas más perlas para construir el dogal.
El objetivo de los demagogos sediciosos es la masa.
La masa no se convoca nunca.
A la masa se la convoca.
Nosotros somos los políticos y los representantes legales en nuestro parlamento, los que hacemos la política que necesitamos para construir nuestra nación. Los políticos decidimos las leyes acordes con las políticas que creemos son necesarias y nosotros somos los únicos que las aplicamos. Nosotros creemos en nuestra democracia, son nuestros votos los que ratifican nuestra razón, derecho y propiedad legitimada. El ayer, el hoy y el mañana son nuestros y lo organizamos como entendemos y nos parece que es y será mejor para nuestro moderno estado independiente. No toleraremos pervertidores revolucionarios que intenten ir contra nuestros justos principios de independencia, gobernanza, justicia y bienestar social en una realidad de prosperidad progresista bajo la consideración de república. Nuestros sentimientos así como nuestras convicciones son derechos inalienables. Cuando una parte de la sociedad está amenazada por los separatistas impidiéndoles el ejercicio del derecho a sus libertades, previamente establecidas durante décadas, lo que sigue es la consolidación de hecho de un estado opresor. Ante circunstancias reales de abandono por las autoridades que tienen la obligación de cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes establecidas, el pueblo atemorizado y con el miedo dentro del cuerpo se siente desamparado. Cuando la autoridad no se ejerce, te la ejercen.
Es engaño vergonzoso, y tal vez alta traición, lanzar un tupido velo haciendo ver que el gobernante de turno recurre todas esas leyes ante el Tribunal Constitucional y se limita a esperar que decida, a sabiendas que seguirán durmiendo el sueño de los justos. ¿Quién nombra a los miembros del mencionado altísimo tribunal? Efectivamente, ha acertado Ud., son los políticos que esperan que se manifieste, pero no lo hacen, y con ello la inacción judicial del alto Tribunal da lugar a que se vayan consolidando las leyes políticas que previamente tenían acordadas y que les correspondían en el reparto del territorio de España. Una referencia evidente e imposible de refutar es que han transcurrido ya unos ocho años de haber sido recurrida la ley del aborto y sigue durmiendo el sueño de lo injusto sobre la mesa del alto “tribunal”. Si unas veces no se manifiesta y en otras cuando lo hace los separatistas y otras autonomías no las consideran, ¿para qué el Tribunal? Nuestra referencia constitucional respecto a libertades y derechos, porque obligaciones para los gobernantes no existen, es como presumir tener magníficos castillos en la arena de la playa, o peor aún, en la parte baja de los acantilados.
Cuando un pueblo basa su desarrollo
sólo en el disfrute de derechos
y sin obligaciones ni responsabilidad,
está cavando su irremediable ruina.
Son los mismos representantes del Estado los que se saltan la Constitución y el resto de las leyes, las cuales dicen son la razón y ser en su contenido, esencia y aplicación de todos y para todos los españoles. Si la soberanía es del pueblo, de todo el pueblo, como no se hartan de airear, ¿cómo es posible que haya tanta distancia real y efectiva entre la Constitución, lo que dicen, lo que hacen y la vergonzosa realidad que se vive y soporta estoicamente por una parte muy importante del pueblo que está mudo, sordo y sometido? ¿De dónde se deduce en las leyes vigentes que el falsario chantajista que gobierna diga que cumplirá con sus obligaciones de representante del Estado y luego haga todo lo contrario de forma notoria y ostentosa sin que tenga la recompensa del castigo proporcional que en cada caso procediere? ¿Por qué los que gobiernan disfrutan de tantos beneficios abusivos (hasta cuatro meses de vacaciones) que ellos mismos se conceden convirtiéndoles en seres privilegiados respecto al pueblo?
Que todos somos iguales no es verdad, es mentira y muy gorda. ¿Tanta y tan perniciosa corrupción puede tener algo que ver con el aforamiento, la financiación de partidos, el chollo de las elecciones y muchísimos etc.? Dicen que es necesario modificar la Constitución, pero no dicen que tal y como la hicieron a su imagen, semejanza y beneficio lo que hay que hacer es empezar segando por abajo. Lo hecho está tan mal hecho que mejorar no es cambiar de lugar, hay que asumir la realidad real de convicción, de dicho y de hecho por reflexión profunda de todo lo malo y malísimo que se ha venido haciendo, hasta el punto que lo mismo para unos castigo ejemplar y para otros sobreseído y archivado o prescrito. Es necesario que del dicho al hecho haya poco trecho. Siempre que no haya división de poderes de forma específica, concreta y real por sus resultados incontestables el pueblo seguirá indefenso ante el poder político. Cuando la política lo ocupe todo, el final será fatal. ¿Es Venezuela el modelo a seguir? De ser así, que tiene ciertos visos de ser, los siguientes pasos segar el Tribunal Constitucional, el Senado y la Constitución. En tonces, ¿otra vez a empezar? Esperemos que no, pero… los hechos en el tiempo lo dirán.
El éxito se consigue cuando al conocimiento se le añade la acción,
pero si cesa el empeño por mantenerlos unidos,
el fracaso surgiría de súbito.
Es una evidencia de lógica aplastante que contar no es pesar. Otra cosa distinta sería si en vez de contar, en suma aritmética, los votos de distintas ideologías políticas se pesaran por su densidad en función de los atributos por beneficio para los ciudadanos. Cualquiera que sea la fórmula matemática a aplicar no siempre o nunca sería la referencia válida para buscar una representación de la realidad, especialmente si es un intangible y mucho menos cuando se refiera a ideologías políticas de signos generalmente dispares, tal y como la realidad ratifica por sus hechos incontestables. La matemática estadística no funciona casi nunca o nunca, especialmente cuando se quiere obtener aproximación a la realidad. Así resulta que si se nos ocurre, en un arrebato de loca precisión, sacar la media aritmética de un vivo más un difunto, es seguro que el resultado no da un medio vivo o un medio muerto, pues cada uno quedaría como estuviera. La mayoría de las certificaciones médicas de las defunciones son por “parada cardiorrespiratoria”. Con estas certificaciones médicas fácilmente se deduce que no hay manera de poder realizar una estadística de las diversas causas médicas reales que producen la mortalidad. La correlación entre la idea y el símbolo no siempre se puede efectuar, al menos con la precisión de aproximación que generalmente se espera. Mucho cuidado con lo que hacemos, especialmente cuando pretendemos operar con ideas, conceptos y símbolos, pues lo más normal es que no acertemos, ni siquiera nos aproximemos a lo que esperamos, incluso se puede llegar a una conclusión que en nada se le parezca al objetivo esperado. Conviene recordar que para opinar sobre una cosa no son válidas todas las opiniones y luego sacar la media o la mayoría relativa. Para opinar sobre algo hay que saber bastante sobre ese algo. La endogamia asola poco a poco la actividad creativa en España.
En España, para ser presidente del Gobierno sólo se necesita
saber leer, escribir y tener 18 años cumplidos.
Y a esto lo llaman democracia.
Para ser ministro aún se pide menos,
no hace falta ser nada, sólo que te nombre a dedo.
Los representantes políticos son como los patricios convertidos en tribunos de la plebe. Desarrollar ciertos trámites con las ideas o los medios no adecuados supone la posibilidad casi cierta de conseguir bien un fracaso intelectual, moral, social o económico, o del orden que sea. Antes de empezar a andar tengo que elegir previamente el camino por el que tengo que caminar, pues de lo contrario, después de mucho deambular no encuentre el final. Conviene tener muy en cuenta la concatenación de cosas que como eslabones de una cadena deben engarzarse para conseguir un fin último, ya sea de carácter relativo o absoluto. Cada oveja debe acoplarse con su adecuada pareja, no es válido juntar macho con hembra, sin más.
Un ideólogo sofista que basa lo que él llama desarrollo intelectual en posibilidades, es un peligro real para manejar la realidad próxima de las cosas. Lejos de la realidad todo es etéreo, ficción pura, mundo de realidades inventadas que posiblemente jamás se puedan contrastar con las cosas cercanas que utilizamos en nuestra vida real. Lo simple, sencillo y próximo es lo que más conocemos y utilizamos; lo lejano y distante queda fuera del alcance de nuestros sentidos. Los sueños de los sofistas son siempre perversos y deberían terminar con su despertar. En la demagogia barata mejor cuadra un te prometo que un ya te daré.
Las realidades reales no tienen réplica, son verdades de uso normal y habitual en la vida cotidiana de los seres humanos, pero los libertinos están interesados en que las verdades que existen son las suyas, las que se inventan y usan como reclamo para que se las trague el gran público, pues ellos son los beneficiados, ellos obtienen el fruto del esfuerzo, y por eso se dedican a exprimir los bolsillos del pueblo, de esos infelices con fe que creen en los redentores de su deprimente situación, a los que se entregan sin condición.
Negar la irrefutable evidencia acreditaría al que lo hiciese de necio.
Inmortales honores e inmensas alabanzas se merecen todos
los que se ocupan de redimir de la ignorancia al gran público.
El agradecimiento debería ser eterno.
Se suele considerar que el poder de la gobernanza, en versión oligarquía, es pernicioso para el pueblo, pues no tienen límite en la requisa para esquilmar al contribuyente en su propio beneficio. También la degeneración del poder se agranda con la partitocracia y a su vez se corrompe más y más hasta dar paso a las luchas descarnadas permanentes, con lo que la corrupción se generaliza y con ello la descomposición de la gobernanza y la ruina de la Nación. Conseguir beneficios y ventajas crecientes de forma permanente les lleva a la lucha para permanecer en el poder el mayor tiempo posible, sea como sea. Las gobernanzas extremas no conciben el cambio ni la rotación generacional, consideran que eso de la gobernanza es cosa suya y no están dispuestos a asumir la elección democrática real. La oligarquía es un círculo cerrado, sus conocimientos y méritos, así como principios y valores, carecen de realidad.
Ya en la antigua Grecia se consideraba el estereotipo del oligarca sin ética ni moral, pues sólo le interesa el poder para la corrupción como derecho natural adquirido. Aristóteles definió por primera vez la demagogia «como la forma corrupta o degenerada de la democracia», que degenera en un gobierno tiránico, así el demagogo es un adulador del pueblo. Siguiendo con Aristóteles y acompañado de Platón nos llevan a que la demagogia puede terminar en un régimen autoritario oligárquico o tirano que ha eliminado a toda oposición. Una democracia real debe velar por el interés de todos, pero si la demagogia lleva a dominar el interés del pobre y la lucha descarnada contra los ricos y los empresarios, el resultado es fatal.
Que en España no hay democracia real y efectiva a favor del pueblo parece que es una evidencia. Los hechos son irrefutables y por lo tanto testigos de cargo, pues al no ser los partidos políticos democráticos en su estructura interna y funcionamiento pudieran estar contraviniendo el artículo 6 de la Constitución. Pero tampoco parece que lo sean los sindicatos de trabajadores ni las asociaciones de empresarios, art.7. ¿Cómo es posible que siendo el partido, el ejecutivo y el legislativo, en alguno hasta el sindicato, la parecida cosa política digan a los cuatro vientos que el Reino de España es un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político? ¿Cómo es posible que la Constitución se fundamente en la indisoluble unidad de la Nación española, Patria común e indivisible de todos los españoles, y a su vez reconoce y garantiza el derecho a las autonomías de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas, cuando son realmente casi estados independientes y diferentes? Siendo el español la lengua oficial del Estado, ¿cómo es posible que no se enseñe en todo el territorio nacional ni la bandera ondee en todas las instituciones del Estado? ¿Cómo es posible que el presidente de una comunidad, que es elegido según la Constitución y por lo tanto representante del Estado, prometa obediencia al Rey y acepte cumplir la Constitución y hacerla cumplir y al día siguiente o acto seguido se manifieste públicamente contra la Constitución y el Estado y no pase nada? Jenófanes hoy diría que si los gobernantes actuales supieran pintar dibujarían a sus sucesores como son ellos ahora.
Sobre todas las cosas no hay
nada más que opiniones.
Jenófanes.
Sócrates y Platón refutaron la ambigüedad del relativismo, pues era degradar el concepto útil y verdad y apostar por cierta conveniencia en contra de lo establecido y así sustituir a los anteriores para hacer ellos lo que les pareciera. Gorgias y Protágoras se apoyaban en el relativismo como guadaña para segar la verdad de lo clásico anteriormente establecido y sobre el concepto nuevo de la democracia establecer un nuevo orden de poder a su conveniencia, tal y como muy parecido pretenden estos nuevos advenedizos construir de nuevo este mundo viejo y caduco, para lo que primero hay que descomponer la sociedad y arruinarla para luego erigirse como los salvadores del desastre y dar curso a una nueva versión de gobierno que vuelva todo el escombro anterior en piedras berroqueñas para los nuevos pilares de un mundo nuevo de permanente progresismo. El relativismo filosófico, en su razón y ser más intrínseca de su intención programada conscientemente y de forma perniciosa, es el procedimiento artificial ideal y efectivo para arruinar la verdad objetiva y sustituirla por su conveniencia, la que en cada caso proceda y les parezca de más beneficio, y con ello descomponer y arruinar una sociedad, cosa que un día sí y otro también se está viendo y viviendo gracias a la debilidad que manifiesta la tan manida democracia, hasta el punto de que parece la Casa de tócame Roque con tantas corralas como hay en versión autonomías. Se trata de mantener permanentes disputas para conquistar definitivamente sus correspondientes repúblicas bananeras y así poder someter aún más a los ciudadanos de bien que habitan en lo que antes fue España. Es un gran error eliminar la verdad objetiva y sustituirla por opiniones de individuos ávidos de poder que no escatiman en mentir y retorcer lo que haga falta y seguidamente someterlo a votación. Asumir como verdad el resultado de los intereses personales o ideológicos de conveniencia es un auténtico disparate, lo que pone de manifiesto que la denominada democracia es un soterrado subterfugio fundado en el artificio incomprensible de la votación. El malvado, perverso y mal intencionado basa su parte en la opinión interesada, que no fundada, por lo tanto las matemáticas no son adecuadas para sacar media o mayoría de la perversión. La media entre un ignorante y un sabio no es un mediocre. Se votará una y mil veces, pero el sabio seguirá siendo sabio y el otro ignorante.
La esperanza no es certeza.
La esperanza es otra versión de la mentira.
La confianza es la puerta del engaño.
Las viejas generaciones siempre murieron desengañadas
de la esperanza, de la confianza y de las mentiras.
La votación en sí es una auténtica perversión al ser impuesta maliciosamente de forma consciente para hacer ver que es el pueblo el que decide, cuando realmente son los poderes absolutos, que no conoce el pueblo, los que deciden desde los altos de sus ocultas atalayas todo lo que luego inoculan por medio de los gobernantes aparentes. Además, en las votaciones sale lo que el poder absoluto correspondiente decida para cada caso y lugar. A tal efecto ya se encargan de preparar la manipulación consciente de las encuestas y así ir condicionando y predisponiendo hacia la tendencia del resultado que confirmará los escaños. La prueba de la falacia está en que en la primera información que se publica, por ejemplo, con el 2,4% de lo escrutado ya salen los repartos de los escaños y hasta el 100% apenas se modifican. ¿Conoce alguna votación en la que posteriormente se hayan realizado las confirmaciones de los recuentos a mano ante fedatario público y las actas de ratificación o modificación como dice la legislación vigente? El reparto de los escaños se hace en porcentaje y da lo mismo el número de votantes que sea, además no todos los escaños están respaldados por los mismos votos en unas zonas que en otras, ya sea autonómico o nacional. Tomado de El País (23 de mayo de 2011), el partido CHA obtiene el 8,6% de los votos y 4 diputados y el PAR 7 diputados con el 9% de los votos. Casi con el mismo porcentaje uno 4 y el otro 7, ¿esto es proporcionalidad democrática? UPyD con 465.125 votos en toda España 152 concejales y el PNV con 325.125 obtiene 889 concejales. De estas vergonzosas realidades de ciertos privilegios políticos saque Ud. mismo sus propias conclusiones, pero no olvide que luego a la hora de votar ellos, los elegidos, todos los votos sí valen lo mismo. Entre estos disparates y el concepto democracia se mueve el que todos somos iguales, además queda ratificado que es mentira que todos los votos depositados en las urnas valen lo mismo. Por si fuera poco, ¿para qué tanto teatro si al final siempre manda “uno” al que se le pone la “etiqueta” que en cada caso conviene? ¿Por qué en los programas con los que se presentan dicen unas cosas y luego hacen lo contrario, o lo que les conviene, y no pasa nada? ¿No queda nulo de pleno derecho un contrato bilateral, como es un programa electoral, cuando una de las partes lo incumple prácticamente en su totalidad? ¿Por qué no se hace la selección por oposición considerando principios y valores así como conocimiento, méritos y experiencia de gestión contrastada aplicando la forma primus inter pares (el primero entre iguales)? No exigir nada, absolutamente nada, para gobernar una Nación o cualquier otra institución pública, puede que sea un error fatal. Felipe González al ínclito Zapatero: “Rectificar es de sabios y hacerlo todos los días es de necios”. Responde Zapatero a Felipe González sobre rectificaciones y necios: él “lo sabe bien”. Lo mismo o parecido también con Pedro Sánchez. Y así para el pueblo, por los siglos de los siglos, en su penosa vivencia de Calvario y Pasión.
Si el presente trata de juzgar el pasado,
perderá el futuro.
Winston Churchill.
No hace falta un gobierno perfecto,
se necesita uno que sea práctico.
Aristóteles.
El gobernador de una isla pasó un informe urgente al Estado central del siguiente contenido: “En el día de ayer han fallecido el 40% de los habitantes”. Ante tal situación de alarma enviaron una comisión de expertos para estudiar el origen de la epidemia, causa de tan inmensa mortalidad. Cuando llegaron alarmados a la isla preguntaron por el número de muertos. La respuesta fue dos. ¿Pero cuantos eran los habitantes? Volvieron a preguntar. Respuesta: Cinco, y han fallecido dos, que son el 40% de los habitantes de la isla. Con este pequeño ejemplo queda ratificado que haciendo el programa informático con la distribución en porcentaje el resultado previsto a priori queda ratificado seguro, cualquiera que sea el número de votos y su dispersión por contenido diferenciado. El sentido común y la lógica en reflexión profunda son la razón y ser de la realidad irrefutable como verdad primera y principal. Saber hacer cuando se tiene el poder es como jugar al póker con las cartas marcadas. Retorcer el lenguaje de forma consciente es la intención permanente de los perversos sofistas con el fin de engañar siempre. El mentiroso no miente nunca, siempre dice su verdad interesada. Si me engañas una vez, qué vergüenza para ti; pero si me engañas otra vez, qué vergüenza para mí.
Visto lo visto y vivido lo vivido y sufrido parece, a simple vista, que la democracia no es lo mejor de lo peor, tal vez sea el peor y más horroroso sistema sibilinamente impuesto para engañar a los pueblos amorfos bajo el manto nebuloso de un sistema político democrático impositivo que se arroga todo el poder marginando, de hecho, la Constitución. Creer un pueblo en la religión fanática de la democracia, sin más, es confesar ingenuidad celestial. El concepto perverso de la democracia para implantar una sociedad sometida de modelo único igualando por abajo es el medio que utilizan los sofistas malévolos para engatusar y conquistar el poder, pero no para servir al pueblo. A los pueblos la violencia les conmueve y el miedo les somete. Agitar en las calles contra objetivos concretos para limitar la libertad, descomponer las familias, hacer temblar la propiedad, degradar la enseñanza, generar miseria a base de impuestos en forma de requisa y de deuda cósmica imposible de pagar es aparentemente poco, pero ya bastante para ir consiguiendo abrir el camino para la destrucción de la mejor clase media que lo fue en España. Lo siento mucho, pero no tengo cambio de opinión respecto al mañana, ya que sigo pensando que lo peor está aún por venir. Y cuando lo vea y viva le parecerá que es nuevo e imprevisto, incluso que nadie se lo había anticipado.