El que nada tiene,
sólo puede prometer
Cada día que pasa es un día más. Cada semana, cada mes y ya van años, es tiempo que pasa y pasa y el enfermo sigue cada vez con más gravedad. La enfermedad no es, en sí, todo mal, es una situación transitoria que, tomada a tiempo por un especialista, hace el diagnóstico, pone el tratamiento y en un tiempo prudencial aparece, de nuevo, la salud. La salud es silenciosa, es equilibrio puro, es la razón y ser de la naturaleza y del cosmos en toda su extensión, pero lo que no es normal es que los seres vivientes y, en concreto, las personas y puntualmente en España estén parados, quietos y con una congoja que cada día que pasa se va convirtiendo en angustia y en penurias. La sociedad se divide, básicamente, en dos partes, los de arriba y los de abajo. Los de arriba viven gracias a los de abajo y los de abajo alimentan y soportan a los de arriba. Los de abajo hacen su labor y aunque podría mejorarse, a fin de cuentas, doblar el espinazo ya es una labor un poco penosa, pero la obligación se lleva a buen término. Los de arriba viven ajenos a los de abajo, son los culpables y, por lo tanto, responsables de todas las consecuencias que producen en los pueblos las euforias seguidas de crisis. La crisis se dice que es mundial, pero, como los males, a unos se los lleva por delante, a otros los deja lisiados y a la mayoría casi abrumadora los mantiene en un ten con ten. España está, de momento, entre los lisiados, pero a falta de diagnóstico y tratamiento puede pasar también al grupo de los «cerdos». La situación de España da lugar a que haya que seguir considerando una situación de gravedad e, incluso, aumentando, pero no se quiere ver, porque no interesa ver lo que se quiere ocultar.
Si la situación real de España, de los españoles, de la economía y de muchas cosas más es más que grave. Así, ¿cómo es posible que se siga manifestando por organismos paniagüados y sicarios del mal que España ha hecho ya las reformas suficientes para salir de la alta gravedad que padece su mal? ¿Qué es lo que realmente se ha hecho, salvo meterle la mano en el bolsillo a los pensionistas y a los funcionarios? ¿El Estado sigue igual? ¿El Gobierno, los partidos políticos, los sindicatos, la Autonomías, las Diputaciones, las miles de empresas parásitas afines a las instituciones del poder, siguen igual? ¿Europa y los eurodiputados siguen, exactamente, igual? ¿Qué grado de productividad producen los eurodiputados españoles, cuyo coste anual llega casi a los 500.000 euros? ¿Cómo es posible que esta gente de bien vivir y mal hacer pueda seguir riéndose del pueblo a base de disfrutar de privilegios inmerecidos y, encima, se suben los sueldos, los complementos, las prebendas y no están dispuestos a asumir quita de ningún tipo, a pesar de la crisis actual y de las grandes dificultades que durante años se padecerán? ¿Por qué un taxista puede estar 14 horas para mal vivir y un eurodiputado español o un eurodiputado no puede vivir en Bruselas, sino que necesitan volver a su casita y no está dispuesto a viajar 2 horas en clase turista? ¿Por qué tanto parásito sigue estando por arriba viviendo a plenitud de sus comodidades, placeres y retribuciones sin tomar conciencia de la crisis que angustia al pueblo? ¿Por qué la corrupción política se tolera e, incluso, se asume como normal, cuando realmente tenía que dar lugar a llevarlos a la cárcel y trabajos forzados directamente? ¿Por qué los políticos y los gobernantes tienen que vivir con leyes especiales que suponen enormes privilegios y el pueblo tiene que seguir con la bota sobre el cuello?
España tiene una organización política, territorial, económica y cultural que, en sí, es un horror horroroso. Esta enfermedad de España en particular no es internacional, es sólo de España y esto es lo que dará lugar a que los tiempos venideros sean de tristeza, de angustia, de desesperación y de futuro oscuro e incierto para el pueblo. El Presidente del Gobierno ha ido también a contar mentiras a China a los chinos, para ver si ayudan a sacar del pozo al sistema financiero español que era el mejor del mundo y que, después de ir viendo sólo lo poquito de basura y de cieno que tiene, sigue insistiendo en que es el mejor del mundo.
Pero, vamos a ver, ¿cómo es posible que se siga ocultando todo el mal, cuyo hedor es insoportable y, encima, se siga pretendiendo timar a otros llamados inversores? Botín dice que el Gobierno lo está haciendo bien. Fainé (CECA) considera coherente y buena la gestión del Gobernador del Banco de España en la crisis financiera. Pero, vamos a ver, si el Gobernador del Banco de España fue el primero que ocultó la realidad y consintió con el desastre horroroso que, poco a poco, está aflorando en el sistema financiero español. ¿Dónde está reflejada la morosidad del sistema financiero español por haber sido el país que más viviendas en proporción ha construido del mundo? El lastre del endeudamiento global de España pasa a los primeros términos y no es, en sí, una deuda, es básicamente la incapacidad de generar excedentes netos productivos, en forma de riqueza, para poderla pagar. Solamente el coste de la financiación supera más del 5% del PIB, y subiendo. ¿Por qué las Cajas y los Bancos no sueltan todo el lastre que tienen de las participaciones industriales que hace que sean enormemente vulnerables? Pues, muy sencillo, porque parte iría a la quiebra. El Fondo Monetario Internacional, muy generoso él, dice que algunos bancos europeos no tienen modelo de negocio, a lo que hay que añadir que, posiblemente, el sistema financiero europeo y, en especial y en concreto el Español, vaya en una parte importante a la quiebra. Ocultar la verdad de la grave enfermedad que tiene el sistema financiero y global español es alta traición, es promocionar el desastre colectivo, bajo la mirada pasiva e indiferente de un pueblo adiestrado y drogado con el opio del entretenimiento y la distracción con la que cada día se encuentra, como consecuencia de la propaganda que emana del Gobierno.
Al comienzo de la democracia había unos 600 mil funcionarios y un número reducidísimo de políticos y afines, así como unas cuantas instituciones. Ahora hay casi 4 millones de funcionarios, decenas o centenas de miles de políticos y gobernantes en todo tipo de nivel y categoría, así los costes de mantenimiento de las estructuras administrativas, en general de España, se han multiplicado por una cifra espectacular que es la que va a llevar a una ruina permanente. Ni el Estado, ni las instituciones, ni los políticos, ni los gobiernos de las Autonomías, ni los sindicatos, ni muchas sangrías, pueden seguir vigentes, salvo que se quiera seguir ahogando al pueblo por los que por arriba no quieren modificar ni uno sólo de sus privilegios, claramente inmerecidos.
Le mostramos hoy una serie correspondiente a la Evolución del Paro en España, que es suficientemente explícita por sí sola, pero los gritos de angustia y de horror que emite nadie los quiere oír y, encima, insisten conscientemente en taparlos.
Otra serie que le mostramos es la Edificación de Viviendas realizadas en España que llegó hasta 900 mil por año y hoy está por debajo de 100 mil, por lo tanto, el parque de inmovilizado puede estar muy bien cerca o en torno a 3 millones, cuya depreciación tiende a la mitad en valoración, lo que supondrá una pérdida de patrimonio que ayudará a acrecentar la miseria de los españoles.
La serie que corresponde a los Asalariados del Sector Privado está en torno a 12 millones, cuando los habitantes se contabilizan en torno a 47 millones. Aún peor es que, mientras el empleo cae en vertical, los asalariados del Sector Público suben en vertical. Lo que hace el doctor es mantener al enfermo en su horrorosa enfermedad e, incluso, agravarla. Sí, pero, ¿hasta cuándo? La respuesta la tiene usted, estimado lector.