Ingeniería pedagógica y didáctica de excelencia global

 
 

Al discente hay que estimularle para que, de forma anticipada, vaya viendo con su capacidad de observación natural lo que se le presenta como lo más evidente del entorno cercano, pues es lo primero que percibe de forma inconsciente. Desde estas sensaciones recibidas como realidades físicas podemos forzar poco a poco su interés por repetición y él, a su vez, desarrollará el estímulo de iniciativa instintiva, en forma de curiosidad, para buscar lo que nota que le falta para completar las imágenes que se le van formando en su cerebro.

La capacidad de adaptación al medio es innata en su razón y ser como ente biológico para empezar a desarrollar su vida. Conociendo, en cierta aproximación, las capacidades del ser humano podemos orientarle en lo que le va a ser necesario para que, a través de su desarrollo biológico, se vea obligado a resolver su vida. Organizar el cerebro antropológicamente según sus capacidades no es cosa fácil. Llenar un cubo con agua es operación simple, pero almacenar conocimiento estructurado en el cerebro no parece que sea cosa fácil, más bien puede que sea un proceso enormemente complejo y duradero en todo su tiempo principal de existencia. El proyecto de vida tiene que ser desarrollado por uno mismo y desde sí mismo con objetivo hacia la excelencia, en lo que sea y para lo que sea. Cada uno tiene que empezar a ser, lo antes que le sea posible, el responsable del proyecto que decide realizar y ejecutar, pues es el primer beneficiario de los frutos que espera obtener o receptor directo de los resultados adversos en los que haya incurrido.

La realidad del próximo futuro incierto puede que esté siendo ya determinada en lo que respecta a la nueva pedagogía-didáctica de adiestramiento político permanente con el que se pretende consolidar el nefasto sistema que fue implantado por la izquierda socialista. La realidad evidente de sus pésimos resultados no es una opinión, son datos irrefutables que están publicados para todo el que los quiera analizar. Pero no hace falta recurrir a los datos, que pudieran estar más o menos manipulados según el interesado que los interprete, basta y sobra la relación directa con los que han sido discentes durante estos últimos años, los cuales reflejan la gran carencia de valores y principios, así como de conocimiento correspondiente a la instrucción normal ajustada a los tiempos sociales y políticos, que han transcurrido desde la vigencia de lo que conscientemente se quiso y consiguieron imponer para su propio beneficio de rentabilidad política. Es la nefasta realidad evidente la que se ha encargado de demostrar de forma irrefutable lo pernicioso del sistema llamado educativo. Los ínfimos resultados de los hechos correspondientes consumados hacen a todos los intervinientes en el proceso que sean los responsables. Por sus obras les conoceréis. Pues aquí están los hechos, para vergüenza de los responsables políticos como primera causa del desastroso programa consciente de adoctrinamiento a los discentes. En su razón y ser, no debiera haber ninguna duda en que un colegio no es una guardería ni una universidad una ganadería; de igual o parecida consideración, un maestro no debiera ser un pastor ni un rector un ganadero, ni los discentes borregos.

Breve reseña: Desde que en 1970 con la Ley Villar Palasí, seguida de una serie de cambios, se pasó en 1980 a la Ley Orgánica del Estatuto de Centros Escolares (LOECE) y, seguidamente, en 1985 se pasa a la Ley Orgánica Reguladora del Derecho a la Educación (LODE) del PSOE con Felipe González y ministro de Educación José María Maravall. En 1990 se aprueba la tan ya conocida LOGSE, siendo ministro de Educación Javier Solana. Más tarde, en 1994 y siendo ministro de Educación Alfredo Pérez Rubalcaba, decide que la LOGSE se aplique en los Institutos Públicos, con lo que dio lugar a un trasvase hacia la enseñanza concertada. En 1995, la que fue fuertemente contestada Ley Orgánica de Participación, Evaluación y Gobierno de los Centros Docentes (Ley Pertierra). Seguidamente, lo que fue únicamente un proyecto de Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE) de la ministra Pilar del Castillo, ya que no se llegó a poner en marcha. Ya vamos por el año 2006, en el que se promulga por el gobierno socialista de Zapatero la Ley Orgánica de la Educación (LOE) derogando las leyes anteriores, también la LOGSE, pero a destacar que ya aparece la “Educación para la Ciudadanía”, con lo que otra vez nuevas contestaciones públicas. Y así de algarada y cambios, o de lo que la mayoría hemos vivido, se publica en el 2013 la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, la denominada “Ley Wert” que, por cierto, ya están enredando otra vez más para modificarla, cargársela o segar todo lo que puedan con las herramientas arcaicas de la hoz y el martillo.  

El gobierno de Aznar preparó una reforma que no se aplicó, ya que al ínclito Zapatero le faltó tiempo para promulgar un Real Decreto con el que anular la aplicación de la Ley Orgánica de la Calidad de la Educación. De esta forma tan impositiva ha estado en vigor la denominada enseñanza socialista hasta la entrada en vigor de la LOMCE, pero ahora también quieren cambiarla para hacerla más llevadera, más suave, mas acomodaticia a profesores, también para los ingenuos y cómodos padres, felicidad y triunfo para los sindicatos y políticos de izquierdas, con lo que vuelta otra vez al beneficio político a costa de los rebaños de discentes. De esta forma tan peregrina, el caminar de la dada en llamar “educación de la izquierda” o de la “amalgama”, según la composición de la comisión política multidisciplinar ideológica que resulte, incluidas las nefastas Autonomías. Otra vez vuelta a empezar y hacia atrás, porque seguro que tendrá nuevamente un fuerte sesgo de política revanchista-separatista perniciosa, fruto maduro para que siga estando vigente el retraso de las nuevas generaciones con respecto a otros países con los que tenemos que competir en conocimiento, investigación y desarrollo en las nuevas tecnologías de consumo masivo para la exportación, amén de la baja productividad que, como ajustado dogal legislativo, apenas deja respirar para competir en un mercado global, en donde prevalece cada vez más la excelencia en libertad responsable recíproca.

¿Por qué la derecha política asume vergonzosamente la derrota sistemática en el frente de la educación de proyección internacional, que es en donde se lucha a muerte por la hegemonía comercial? ¿Por qué la izquierda asume de forma natural el imponer lo que les viene a su medida política de igualar por abajo, con respecto a la enseñanza y a lo social, y no se avergüenzan de los horrorosos resultados que tanto mal han producido? Los pésimos resultados de estas últimas décadas, de lo que han dado en llamar democracia, en lo que respecta a la educación y la docencia, los están padeciendo los discentes ya licenciados, la sociedad y la economía. Si tanta democracia y política se resume, al final, en lo que yo impongo o, si lo contrario, entonces agitación en el pavés hasta que las revueltas revolucionarias lo cambien, estamos apañados.

Lo que se lleva en los países desarrollados, y cada vez será más, es la excelencia como fruto del esfuerzo consciente, responsable y sostenido, pues aquí se trata, simple y llanamente, de aumentar y exigir el nivel de exigencia a los discentes y en la preparación y actualización del profesorado. Para conseguir el éxito necesario como fin, lo que se necesita urgentemente es una buena ley única Estatal centralizada a imagen y semejanza de las que en otros países están contrastadas como adecuadas para formar mentes de rango mediano y superior. Lo mediocre o igualar por abajo son conceptos que llevan a la miopía tendente a la ceguera, adiestramiento político inoculado o comunismo rancio que ya hace mucho tiempo que empezó a aparcarse, pero que debía de haber desaparecido para bien de las personas y su justa y necesaria promoción. Se trata de ser competitivos en la contienda internacional. Es hacer todo lo posible para igualar por arriba y hacia la excelencia, pero no parece que el camino más propicio para conseguirlo sea el que en las diecisiete “autonomías” cada sátrapa imponga su ideología política de conveniencia exclusivamente para su territorio, de tal consideración que el resto de España no exista. Marginar o abolir el español como primera lengua fundamental para la formación debiera ser lo primero a solucionar, pues no tiene sentido que se forme en el “idioma” que cada uno decida unilateralmente según su ideología política, tal como los catalanes, valencianos, mallorquines, vascos, gallegos, extremeños, leoneses, etcétera. Siempre está bien que lo primero y principal vaya delante y también lo que sea complementario y sume. Formar para someter y marginar con respecto a la promoción nacional-internacional es adiestrar e inocular, rebaño ideal para que el ganado se dedique a pastar y producir para consumir y vegetar. La realidad del mundo que nos rodea lo dice a voces y no hay más remedio que escuchar y ponerse manos a la obra. La realidad es evidente y no desaparece porque se cierren los ojos, la realidad no es negociable ni discutible, simplemente se asume como un hecho. Son los hechos, no los dichos de conveniencia ideológica política impuestos o inoculados por los que ostentan el poder de turno. Tiene que quedar muy claro, para que nadie se llame a engaño, que adoctrinar con la clara intención de ganar partidarios ideológicos puede que se debiera considerar alta traición.

   Hay que formar ciudadanos del mundo para que cada uno pueda asumir la responsabilidad que crea conveniente y desarrollar su propio proyecto de vida; así, de esta manera, ejercer donde la libertad y los medios del entorno se lo pongan lo más fácil posible. “Educar” para acorralar y someter estando sujetos por el dogal con cadena corta, no parece que sea mercancía política que hoy se quiera comprar en ningún mercado internacional en el que domine la libertad en competitividad.

Es una evidencia que cada experiencia vivida de forma responsable, sobre la realidad irrefutable, produce luz y sabiduría. Enseña más la realidad de la vida que se está viviendo que la nefasta actual universidad. Se necesita formar a personas para que sean creadoras de realidades y así retroalimentarse en el conocimiento a través de experiencias reales, ya sean tangibles o intangibles. La iniciativa personal y colectiva debe ser promocionada, pero el resultado no se puede imponer por decreto que sea uniforme por abajo. Cuando en el sistema de enseñanza está penalizado el éxito a través de la iniciativa personal o colectiva, se está segando la espiga de mejor grano y futura semilla de más y mejor riqueza. La excelencia no se reparte a cazos en la beneficencia ni está al alcance de cualquiera, se tiene que pagar cara con la moneda de la voluntad; son complementos necesarios y sostenidos la capacidad, el esfuerzo y la entrega sin condiciones. La nefasta propaganda desde el Estado y Autonomías, que no se cansan de repetir hasta la saciedad, es “derechos”, cuando lo que se necesita, porque funciona como realidad, es obligaciones y más obligaciones para sacar el mejor resultado de la oportunidad que supone la formación integral multidisciplinar y multifuncional. Derechos sin obligaciones con responsabilidad es promocionar conscientemente una sociedad nefasta y caduca tendente a la miseria y, como final seguro, la ruina. En la formación integral y multidisciplinar no caben regateos. La responsabilidad personal y social no se discute ni se negocia, simplemente se asume en lo que a cada parte le corresponda. La responsabilidad personal que se supone y asume, en el empeño sin límites por conseguir la excelencia, lleva al éxito en la competición. El que gana sabe muy bien lo que cuesta el triunfo. El “todos aprobados” es lo que da lugar a una sociedad igualitaria por abajo, que no llegará nunca ni siquiera a mediocre, pero, eso sí, los políticos vivirán bien y más tranquilos a costa de ordeñar y esquilar al rebaño lanar; el resto, lo que corresponde al cuerpo sin alma, no tiene aprovechamiento porque se incinera, con lo que el valor residual es cero.

No tiene sentido, además es pernicioso por inapropiado, que se mida la capacidad de conocimiento aplicado pidiendo respuestas a un test. Mejor sería, muy posiblemente, que se les pidiera responder a preguntas abiertas y amplias sobre temas en los que tangan que exponer el argumento, su desarrollo y conclusión sobre lo que son capaces de entender, comprender y aprender para desarrollar el camino de la utilidad para un determinado fin. Se trata de saber para saber hacer, ya que de esta forma o parecida se construye la mente de una persona que tiene que analizar y dar respuestas a acontecimientos indeterminados. La persona adecuadamente instruida en distintas disciplinas y multifunciones del saber global es potente  máquina creadora a través de la experiencia y, a su vez, la luz que se genera ilumina para ver una nueva realidad y capacidad para darle adecuada forma para su utilidad. La percepción del entorno desde nuestro interior y la capacidad para descubrirlo, reflexionarlo para entenderlo y comprenderlo nos lleva a poderlo guardar en el silo de nuestras experiencias.

A la ciencia se llega por la experiencia convertida en conocimiento estructurado y contrastado. Igualdad de oportunidades nunca puede ni jamás podrá ser igualdad de resultados. Igualdad sí, pero en el camino hacia la excelencia. La escuela y la universidad no son continuidad de la guardería. Formarse en la escuela y la universidad debería considerarse como una gran oportunidad, la cual, para llevarla a término con éxito, exige siempre mucho esfuerzo personal y sostenido sin desmayo en el tiempo. La formación no es un derecho sin más en forma de disfrute, la formación es una obligación de los discentes que tienen que asumir con responsabilidad consciente, porque es un coste contributivo de la sociedad a la cual se tienen posteriormente que incorporar. Los discentes tienen que participar obligatoriamente en competición consciente con la idea de conseguir el mejor conocimiento que les llevará hacia la excelencia, pero en ese difícil recorrido cada uno decidirá en qué etapa se apea de la competición. Conviene recordar que en las grandes competiciones también hay coche “escoba”.

Desde hace unas cuantas décadas, la imposición de la LOGSE ha dado lugar a un penoso calvario para sus destinatarios. Un sistema igualitario que se complementa con respeto máximo a la tolerancia, la desidia, la falta de voluntad, de interés, de vocación y de esfuerzo sostenido en competencia lógica y necesaria, es aberrante. Además, no hay respeto a las instituciones, ni a los docentes ni a uno mismo, lo cual lleva a un sistema anárquico y de confusión plena. Otro horror horroroso por pernicioso es igualar a los discentes por la edad cronológica, en vez de discriminar por la biológica y sexo, ya que tienen distinto sexo y también distinto seso, pues en el seso y en el sexo la discriminación positiva es a favor de la mujer. Igualar el nivel de la docencia-didáctica y resto de funciones y características por la edad cronológica es un craso error, es desconocer las funciones y características del hombre y la mujer en sus considerandos intrínsecos biológicos-antropológicos. Como símil, pudiera considerarse a la mujer como WIFI y al hombre como GPS.

En política se suele ser ignorante en casi todo, hasta el punto de que el que no sabe de nada vale para lo que sea. Así, resulta una evidencia que el error más descomunal es igualar por la edad cronológica, algo que hasta ahora no creo que nadie se haya atrevido a criticar o proponer, puesto que una niña de 12 años le da “sopas con honda” al niño de 12, tal y como acontece con carácter general en el reino animal. La mujer es más precoz que el hombre, como la coneja lo es más que el conejo. Nunca jamás, en la especie animal (humana), se podrá igualar una edad biológica a una cronológica, ya que la diferencia es abismal y especialmente en las dos primeras décadas de la vida, e incluso puede que aún más, incluso hasta el final. En Finlandia, las mujeres superan a los hombres en 19 puntos en ciencias y lo ven con gran preocupación. La aberración que supone la lucha por la igualdad de género da como resultado esa diferencia de resultados reales. ¿Qué sentido tiene eso de la discriminación marginando la realidad absoluta e irrefutable de la ley biológica animal, cuyo rango de importancia es primero y principal, además es irrefutable científicamente? ¿Hasta qué punto se puede llegar a concebir, por ideología política perversa o ignorancia absoluta, que la edad cronológica se pueda igualar a la edad biológica? ¿No es cierto y verdad científica que son distintas entre sí las edades cronológicas, biológicas, psicológicas, emocionales, sentimientos y todo lo que conlleva la influencia no negociable de los tropismos que a cada uno le rodea? En el reino animal, a igualdad de edad cronológica, la hembra tiene más edad biológica que el macho. A igualdad de edad cronológica, la mujer está más avanzada que el hombre, por eso, con el mismo texto de enseñanza, la niña lo domina mucho mejor que el niño, pero no es que una sea más lista que el otro, es que para ella es normal y para él es más carga de la normal.

Un sistema de ideología perversa y, en su conjunto, actualmente necrosado, no es adecuado para impartir pedagogía y didáctica hacia la excelencia. Enseñar para que no superen al profesorado es alta traición consciente. La excelencia y dignidad del profesor es que sus alumnos le igualen o superen. El mejor pago o recompensa es el éxito que conquisten los discentes cultivando con el máximo provecho la semilla del conocimiento integral que les ha impartido. Instruir no es adiestrar. Inocular o adoctrinar no es enseñar, es preparar rebaños para someter. Lo que se enseña y aprende puede que, con el transcurrir del tiempo (cronológico-biológico) gran parte se olvide, pero cuando se inocula o adoctrina como ideología nociva nunca jamás se olvida. El que nace lechón, y lo desarrollan o crían como tal, termina siendo cochino.

Hay que promocionar personas virtuosas y profesionales excelentes, materia prima imprescindible para que una sociedad progrese de forma sostenida hacia un futuro constantemente cambiante. El futuro no es un sueño. El futuro es una realidad intangible a la que hay que dar respuesta hoy con proyección al mañana. El conocimiento del ayer se actualiza hoy y, así, se elabora el proyecto del futuro. Formar hoy con un sistema integral necrosado es cargarse vergonzosamente las enormes posibilidades de la persona y de la sociedad, del posible próspero futuro. Hay que prepararse para dar respuesta al mañana, ya que el hoy está resuelto con el ayer. Son evidentes, por irrefutables, las realidades de Corea del Sur y del Norte. Si tengo que elegir, me inclino por la primera y nunca jamás por la segunda. Estonia es referencia de la UE, pero hay más cartas ganadoras de la baraja (PISA) para elegir entre las siguientes: Singapur, Japón, Estonia, Taiwán, Finlandia, Canadá, Vietnam, Corea del Sur, etcétera.

Desde la enseñanza estática actual se generan límites impuestos ideológicos que no se deben superar. Pero la pedagogía abierta marca las bases y deja el espacio abierto necesario para la reflexión profunda, la imaginación, la creatividad, las ideas y las posibilidades indeterminadas hoy, pero que puedan ser realidad en un mañana. No poder pensar en reflexión profunda sobre todo lo aprendido no es camino para poder ampliar el horizonte del saber. Limitar el conocimiento al nivel del que lo imparte, sin estar actualizado y competente, no es pedagogía científica. El marinero que no sale con su velero de la bahía, no es ni será nunca un navegante capaz de sortear las tempestades de los mares y océanos. Se debería entender, de forma clara y sencilla, que una gran parte del conocimiento estructurado que se imparte hoy no sirve para dar respuesta a la realidad evidente, y menos al mañana. Repetir todos lo mismo impuesto sin justificar científicamente no es camino hacia el progreso y, por lo tanto, no es generación de nueva riqueza. Una enseñanza cerrada en la lógica racional e ignorando la intuición, la imaginación, la creatividad y el desarrollo responsable de las ideas en libertad responsable, no tiene sentido ni razón de ser. La pedagogía responsable tiene que facilitar la apertura hacia el conocimiento científico, asumiendo la responsabilidad que conlleva la iniciativa responsable como medio para conseguir nuevas ideas que puedan mejorar lo que hasta ahora se ha asumido como verdad científica estática. Una verdad, aunque sea científica, puede dejar de serlo. Una verdad de hoy, puede que no lo sea mañana. Toda verdad debe ser permanentemente contrastada y, si deja de funcionar, pues se tira a la papelera o a la basura. Dichas estas cosas así, pareciera que toda verdad es provisional hasta que se demuestre científicamente lo contrario. Pues sí, es así y no debiera ser de otra manera. Lo simple es sencillo y claro, con lo que lo entiende casi todo el mundo. Como simple y sencillo es entender que los docentes tengan que ser  ellos también examinados, pues es imprescindible que su actualización sea dinámica y permanente o, de lo contrario, se irán necrosando y les dará igual lo que hagan, ya que van a recibir lo mismo aporten lo que aporten. Todos los docentes tienen que ser permanentemente actualizados, desde los bajos niveles a los catedráticos. No tiene sentido que prefieran hacer un artículo para publicarlo en una revista en inglés, porque les puntúa más, que prepararse en condiciones la clase. Es evidente que, a más calidad en la docencia, más retribución y estímulos. Recompensa a la excelencia y reciclaje al rezagado o cancelarle el contrato. El puesto de por vida es concepto arcaico por necrosado. Los dichos no son la referencia, son los hechos y sus resultados. Todos en el mismo sentido direccional hacia la excelencia, así se levantan los pilares del nuevo edificio del progreso llamado excelencia hacia la competitividad para conquistar el bienestar del pueblo.

En la educación-enseñanza es necesario comprender el inmenso poder que tiene el lenguaje, pues sobre él se tiene que depositar la riqueza del conocimiento adquirido y todo lo que le siga con el límite de cada uno. La pedagogía es educación intencionada más allá de enseñar, así como reflexión sobre la razón y ser de las materias que se impartan. La didáctica es muy importante, ya que es el sector del saber que se ocupa explícitamente de la enseñanza, es como el arte de enseñar o instruir. Las palabras conmueven, pero los buenos ejemplos arrastran. La forma escrita de redactar es importante, pero la de expresarse verbalmente es determinante. Leer, leer y más leer textos de calidad para entender, comprender y reflexionar, así como interpretar y darle vueltas a la retórica es primer plato de cualquier comida diaria para hacer bien la digestión de una buena educación-enseñanza. El modelo de la exposición tiene que ser ejemplar y ejemplarizante. Todo tiene que ir en consonancia con el receptor de los mensajes, que es el que tiene la mente en continuo crecimiento, por lo que el contenido del conocimiento a impartir tiene que ser desde el ayer al hoy y hacia el futuro abierto en libertad responsable, ya que se irá necesitando de las capacidades y habilidades dinámicas adquiridas para dar soluciones, lo más aproximadas posibles, a las preguntas concretas o indeterminadas que de la realidad de la incertidumbre presente y futura vayan surgiendo.

 El desarrollo de la nueva inteligencia necesitará de un cerebro más dinámico y multifuncional para reconsiderar la aceptación de una necesaria nueva pedagogía abierta adaptada para manejar capacidades tangibles e intangibles, por lo tanto, capacitado para observar con nitidez y precisión, con lo que podrá reflexionar en profundidad y extensión  para concluir sobre cómo dar respuestas a los nuevos acontecimientos aparentemente inciertos que presente la realidad futura posiblemente esperada. Para responder hay previamente que saber y recordar. Saber y aplicar. La idea hay que trabajarla y aplicarla, de lo contrario se marchita. El conocimiento que no es aplicado puede que sea un lujo tonto, aunque siempre es necesario o al menos nunca sobra. En la vida real no se puede participar sin asumir responsabilidad. La vida para cada uno es lo que ve o cree que es o le han inoculado en el proceso de adoctrinamiento. La vida es el resultado algebraico de aciertos y fracasos. No lo olvide, el ojo con el que más y mejor se ve es el cerebro en su función cósmica hacia las verdades intangibles. La persona mejor instruida es la que ve más y mejor que los demás, por eso no existe la igualdad. ¡Afortunadamente!

Uno de los prejuicios más perniciosos que construye el ser humano es asumir, de forma natural y sin ruborizarse, sus limitaciones ficticias como impedimento insuperable para salir de donde está y ser capaz de conquistar niveles superiores de conocimiento y proyección positiva personal.

Cuando te ayudas a ti mismo a cambiar tu vida, también lo estás haciendo, posiblemente, para ayudar a los demás a cambiar la suya.

Cuando se  cierran los ojos no se anula la realidad, pues el mundo sigue existiendo igual. Para cada uno, el mundo es lo que cree que ve o lo que quiere ver, pero no lo que realmente es.

La pereza lleva directamente a la aparente comodidad. La maravillosa juventud es realidad dinámica por la acción permanente hacia la conquista de logros importantes para ir conformando la persona y la personalidad. En el ímpetu de la juventud, si se detiene por la pereza, aparece la comodidad y, seguidamente, la conformidad actúa como congelador de la vida sumiéndola en un estado de letargo como si fuera agua estancada, la cual, con el transcurrir del tiempo, termina por corromperse. La vida, en todo su desarrollo, es como un enigma y cada uno tiene la obligación responsable de intentar ir resolviendo lo mejor que le sea posible.

Antonio Sáez del Castillo

10 de enero de 2017

Volver a los artículos