En las termitas, la reina es una reproductora de unos 40.000 huevos al día. No se puedemover y los huevos se los retiran las obreras. El interior de los edificios que construyen son auténticos templos de gran estilo y perfección. Estas hormigas tienen una perfecta organización con múltiples cometidos bien distribuidos. ¿Se puede decir que también tienen su sistema de comunicación? Posiblemente sí; tal vez mejor decir que sí, sobre todo por su comportamiento.
Ver cómo se desarrolla su sistema nos lleva inmediatamente a entender que su estructura global responde a un orden, al menos biológicamente imposible de discutir. Toda colectividad necesita de un sistema de comunicación, el que no lo conozcamos ningún derecho nos da a determinar, a priori, que no existe, simplemente porque no nos hemos ocupado de conocerlo o no disponemos de los medios adecuados para conocerlo.
Un lenguaje preciso puede que no se consiga, pero aproximado es, al menos, lo deseable. La dificultad de la comunicación está en el lenguaje; mejor habría que convenir que está en la diferencia de entender los códigos de comunicación de ese lenguaje. Si no se está en sintonía recíproca, no nos entendemos: el sentido de los signos tiene que ser el mismo para las partes. Igualmente hay que asumir que se puede producir un rechazo psicológico, al no habernos puesto nunca en comunicación con un gráfico de precios –o preciograma- como si fuera un ente vivo, aunque parezca inerte y sin expresión dinámica clásica. Pero no parece que esto tenga dificultad, ya que estamos acostumbrados a ver representaciones gráficas como las figuras humanas o de cualquier otro ser vivo. ¿Qué dificultad tiene mirar, ver y reconocer o entender un cuadro de Velázquez, una fotografía de la plaza de su localidad, el texto de esta página o los dedos de su mano? Una vez más tiene fuerza convincente el proverbio “empezando la mitad está hecho”. Hay que empezar e insistir una y otra vez aún a sabiendas que el beneficio lo tendremos al final. Nos parece que construimos conocimiento a través de la percepción visual sobre cuerpos tangibles, pero todo no es así ya que muchas realidades son intangibles y hemos de conocerlas a través del entendimiento y de forma psicológica, o de cualquier otro procedimiento que nos lleve a la causa que produce lo visible, ya sea física o intangible.
En ocasiones, no es tan difícil llegar a la realidad que buscamos de una forma indirecta, aunque ayuda muchísimo el disponer de ciertas habilidades, tesón e inteligencias especiales ya adquiridas como fruto de conocimientos sobre el comportamiento biológico, cultural, psicológico, etcétera. Veamos un ejemplo, en forma de símil, que puede ser ilustrativo para llegar a la conclusión final: Érase una vez en una prisión de alta seguridad de la que un recluso decide escaparse. Tiempo suficiente tenía para pensar en el sistema más adecuado para evadirse, pero no duda en pedir ayuda a su compañero que de ingenio parece que estaba sobrado.
Convinieron que se disfrazara de mujer y se escapara a la salida como una de tantas que habían asistían a realizar la visita a los presos. La perfección del disfraz era perfecta, por lo que era difícil descubrir el engaño y el sistema funcionó. A a los cuatro días vuelve a la celda con su compañero, y éste extrañado le pregunta que ¿qué es lo que ha hecho para que le hayan devuelto de donde no debía haber salido? Contesta que no lo sabe, que no tiene ni idea de por qué le han descubierto, ya que en condiciones normales parecía imposible. Insiste el compañero de residencia: Algo has tenido que hacer que no tenga nada que ver con el disfraz, pues era perfecto. No lo sé, contesta de nuevo, pero... puede que haya sido cuando pasé por delante del escaparate de una boutique y no me paré a mirar los nuevos modelitos para la próxima temporada. ¡Date! -le contesta su colega-. Ahí está la causa, pues no es normal que una mujer no se pare a mirar los modelitos del escaparate y menos de la nueva temporada. Efectivamente, lo que observó el policía era el comportamiento anormal de la mujer por falta de curiosidad frente al escaparate.
La farsa para fingir una cosa siendo otra es inferior en rango de identidad al comportamiento biológico, psicológico, cultural, religioso, etcétera. Fingir es representar o hacer creer algo que no es verdad con palabras, gestos o acciones. También representar ser otra persona para engañar a alguien. La pantomima es expresión de imitación de comportamientos sin emplear palabras. Procure no olvidar que la fuerza biológica, psicológica, cultural y muchas cosas más están muy por encima de comportamientos simulados. Al pasar por delante del escaparate, el comportamiento del hombre le salió de ojo al policía, pues no actuó como normalmente lo haría una mujer. Asuma que mirar y ver son dos oficios difíciles de aprender.
No olvide que el mercado, del producto que sea,
tiene en sí siempre instinto asesino
y su objetivo es la presa: Usted como inversor.
Las hormigas legionarias son mortales para las avispas. El ataque es feroz y perecen sin remisión, por eso son capaces de detectarlas a distancia y les permite huir con suficiente anticipación, ya que la que no lo hace perece seguro. Las hormigas legionarias forman estructuras compactas protegiendo a su reina en el interior de las inclemencias del tiempo.
Viendo la forma de actuar de estos animales se llega con toda facilidad a entender que el orden es lo único que realmente existe en su primer estadio de existencia, luego pueden venir las modificaciones, pero... primero el orden.
La vida social íntima sólo considera la única existencia, pero su poder es el desarrolloen colectividad. La reina puede poner más de millón y medio de huevos, después de ser fecundada por varios machos para asegurar su fecundación. Su comportamiento colectivo puede llevarnos a pensar que sólo existe un cerebro colectivo. La vida del individuo no cuenta, sólo son parte de la colectividad. La misión del individuo es la permanencia de la sociedad. Eldeterminismo biológico es la gran fuerza que determina el comportamiento del individuo y de la colectividad. La fuerza innata no es aprendida ya que pertenece a la naturaleza de un ser desde su origen o nacimiento, por lo tanto es determinista de carácter absoluto, especialmente cuanto más reducido es su mundo exterior. Ver y analizar cómo funcionan y se comportan las colectividades de animales es motivo suficiente para estar dedicado a su estudio durante cientos de años, tal vez cientos de siglos.
En una polifonía se desarrollan el conjunto de voces o instrumentos simultáneos que producen una melodía. La lógica de la razón pura en biología animal, también humana, lleva a que todo se desarrolle sobre un estricto orden repetitivo y sostenido en la reproducción de sus generaciones para la convivencia en colectividad de cada especie, pero no quita que haya confrontación dentro de ellas al constituirse etnias más reducidas y descompensadas. Si todo existe bajo un orden, asumiendo las mutaciones por inmunidad y evolución para superarse y adaptarse al entorno hostil, ¿por qué no considerar lo animal, en general, como determinismo puro tanto en su actuación para la vida normal como para la defensa frente a la adversidad?
La vida para nadie parece que sea un camino de rosas. El instinto asesino tiene como objetivo la presa. Así el de las hormigas legionarias su instinto asesino lo llevan hacia las avispas y éstas hacia las abejas, pues media docena de avispas pueden liquidar a mil abejas. Si conoce un poco la historia bélica entre la especie humana y considera su instinto asesino contará por cientos de millones los horrorosos resultados. El ingenuo que no conozca el instinto asesino de los mercados organizados y reglamentados perecerá irremisiblemente como consecuencia del vaciado de sus bolsillos. El ingenuo por confiado perecerá seguro. No diga que ha perdido su dinero en bolsa, diga que se lo han robado, pues esa es la realidad y no otra.
El que no defienda con uñas y dientes su patrimonio es seguro que otro se lo robará. No lo olvide nunca, por lo que más quiera, que ir a los mercados de inversionista con dinero, mucha ilusión, muchísima codicia y ausencia total de conocimiento específico y concreto de cómo funcionan, le supondrá la ruina, si no total, casi.
Descubrir el instinto asesino de los mercados no crea que es cosa fácil, se necesitan unas condiciones especiales innatas, mucha preparación específica y concreta y, por si fuera poco, desarrollar su cerebro hasta que sea un auténtico ojo cósmico con visión de las trayectorias de los precios más nítida que la de los satélites que controlan la faz del planeta Tierra, que ven las matrículas de los coches mejor que Ud. con los ojos desde la acera.
Si como consecuencia de recibir tanta información sobre la bolsa y de los mercados en general se encuentra un poco confundido, difuso, indeciso e incluso titubeante para la toma de decisión en su compra de esa gran oportunidad de éxito que seguro puede conseguir, entonces puede que le venga bien para relajarse, y que le aparezca la idea luminosa que necesita, el texto que sigue: No le vendría mal arrancar un tomate de la mata y disfrutar de su aroma, ya que dicen muchas cosas buenas del poder curativo que tiene el aroma de la mata del tomate. A lo mejor no cree en el poder curativo del aroma de ciertas plantas, pero seguro que le dará mejor resultado que el hedor que desprenden los datos de los centros interesados en emitir a bombo y platillo información manipulada, en forma de noticias relevantes, con las que seguro se arruinará.
Si quiere mejorar no le vendrían mal las propiedades de una mata de romero, pues es como mano santa para aliviar el asma. No deje de oler el aroma tres veces por semana, el domingo descanso. La forma es estar sentado en una sillita de mimbre y aspirando durante quince minutos, ni uno más ni uno menos, ya que es muy importante el tiempo. Respecto al lugar, es preferible al aire libre y mucho mejor debajo de una parra, claro que si pudiera ser una higuera quedaría mejorado. Haga todo el ritual en actitud hierática, es imprescindible. La fitoterapia es el medio más idóneo para oler el sentido del desarrollo del precio de las acciones en forma de vegetal, sólo presenta el inconveniente –algo en contra tenía que haber- que tiene que asir el precio de su acción preferida –de la que seguro se haya enamorado- con los dedos índice y pulgar presionando suavemente; si quiere que sea alcista para la posición larga, lo tendrá que hacer con la mano derecha, y sí bajista para la posición corta, entonces con la izquierda. ¡Es muy importante no confundirse, ya que entonces le costará mucho dinero! Las recomendaciones de parte son siempre interesadas y de aquí que estén manipuladas, por lo que constriñen la imaginación, el conocimiento, la capacidad de pensar y de reflexionar para concluir una decisión de forma consciente y objetiva.
A veces, una retirada a tiempo puede que sea
una buena defensa para su patrimonio.
Huir en el frente de batalla puede que le fusilen,
pero en los mercados la huida le permitirá volver a participar.
Cuando disminuye la luz hay que dilatar la pupila.
Siempre hay que estar buscando el rayo de luz que nos brinda el conocimiento para proyectarlo hacia la inmensidad casi siempre cósmica.
Los participantes en los mercados creen de forma posiblemente absoluta en las posibilidades de éxito que tendrán sus acciones compradas en las que han puesto su dinero sin reparo ni titubeo, incluso con decisión agresiva, convicción total y fe superior al fanatismo.
El pueblo está acostumbrado a sufrir en silencio las grandes catástrofes, los azotes de las epidemias, las hambrunas, la opresión de los gobiernos y de los impuestos injustos; todo lo que sea cualquiera que sea la magnitud.
Los hombres se recrean contemplando su desgracia, y si no vea cómo el que lo ha perdido todo en la Bolsa, por culpa de sus acciones traidoras, reflexiona y recapacita sobre su desgracia, y lo hace una y otra vez, no se sacia, hasta que poco a poco lo va olvidando. ¿Por qué en vez de regodearse y embadurnarse del error cometido por ignorancia y codicia no lo considera como una lección magistral que no tiene que olvidar jamás para no volverlo a
repetir?
La información que trasmiten los media para adquirir conocimiento específico y concreto de cómo funcionan los mercados de acciones –por ejemplo- no existe, lo que sí existe es el conocimiento retorcido y perverso de la manipulación organizada de forma consciente para engañar y engatusar a los inversionistas ingenuos que tienen mucha fe, dinero y codicia desmedida. Los sofistas manipuladores de la propaganda organizada de forma consciente son despreciables, ya que con su intervención organizada causan masacres horrorosas en los bolsillos de los participantes en los mercados, ya sea de forma directa o indirecta a través de los sistemas académicos oficialmente establecidos para la inversión. En ocasiones, la sutileza y la semántica de la horrorosa hipocresía de los sofistas perversos suele transformar la creencia de que un campo de concentración es realmente un reformatorio. Por doquier los tendrá cacareando como si fueran aves gallináceas de todo tipo de tamaño y plumaje de colores muy vistosos.
Estos piquitos de oro los tiene en distintas versiones, tal como cortesanos charlatanes, predicadores de ilusiones y prestidigitadores especializados, estando todos ellos especializados en volear palabras vacías de contenido aprovechable. Los voleadores de palabras vacías de contenido de conocimiento real de los mercados las arrojan al aire como si fueran semillas del éxito fácil y asegurado, cuando realmente son propaganda elaborada por los grandes poderes y publicadas por los medios de comunicación para engatusar y confundir a los ingenuos inversionistas, los cuales acuden como masas amorfas a la miel del triunfo fácil. Los propagandistas del conocimiento torcido son gentes encendidas que como géiseres lanzan palabras ardiendo que encienden el ánimo de los ávidos inversionistas, esos que dan por anticipado que serán natos triunfadores invirtiendo a medio y largo plazo, tomando como referencia el tan denostado análisis fundamental. Todo va muy bien según la información difundida, pero las acciones que compró con tanta ilusión y esperanza de fuertes subidas en su precio no levantan cabeza, pues no paran de bajar sus precios y ya lleva perdido más de un 35% en los pocos meses que hace que las tiene dentro de su corazón. En la bolsa, todo inversionista que entra enamorado sale cornudo. Los precios no suben ni bajan, los precios los suben y los bajan, es posible que le cueste mucho creerlo, pero es así y no de otra manera. Como siga pensando y actuando con la idea firme y única de que los precios son siempre alcistas, en cualquier ocasión, cuando menos se lo espere, será decapitado. ¿Por qué se lucha tanto para conseguir riquezas y luego de conseguidas no se hace nada para conservarlas? No olvide que el conocimiento también es un gran capital.
La patología de los Mercados Organizados y Reglamentados es una rama del conocimiento que he tenido que diseñar para tratar la formación de los precios, en relación a sus desplazamientos en sentido bidireccional -alcista o bajista-, respecto al tiempo cronológico por el que discurren los precios. Cuando tantísimas veces hago mención a que los precios no suben ni bajan, sino que los suben y los bajan, quiero indicar que en esta afirmación va implícito el concepto de la manipulación de forma organizada y consciente de los precios por los grandes organismos que son los encargados de poner papel o dinero colegiado. Para subir los precios, ponen dinero y para bajarlos, ponen papel. Que es lo mismo que retirar el papel y poner dinero o retirar el dinero y poner papel. Y de aquí que los precios los suben o los bajan, pero nunca los precios suben ni bajan. ¡Nunca jamás!
No olvide que, gracias a que los precios están manipulados de forma organizada y consciente, las estructuras geométricas, de las series de precios o preciogramas, son en cierta medida deterministas, en sus desplazamientos cronológicos en tendencias alcistas o bajistas.
No hay que confundir dirección con sentido direccional. En las series geométricas de los preciogramas, de cualquiera que sea el producto, abriremos una posición larga en un sentido direccional alcista y abriremos una posición corta en un sentido direccional bajista. Por lo tanto, en los mercados no se compra ni se vende nada, simplemente se abre un largo y se cierra o se abre un corto y se cierra. La posición que se abra puede ser a contado o apalancado en el grado que sea. Así de simple. Seguidamente se muestran los preciogramas de ABENGOA (0,0094), URBAS (0,0080), DEOLEO (0,0664), SABADELL (0,9120), SACYR (2,3820) y TUBOS REUNIDOS (0,2135) con sus precios de cierre en euros al 13 de septiembre de 2019. Todas cotizan en euros y con cuatro decimales. ¿Cómo es posible que coticen con cuatro decimales si la moneda más pequeña es el céntimo, lo que permite únicamente dos decimales? EN ABENGOA Y URBAS los dos primeros decimales son ceros, por lo tanto estos precios no existen, lo que puede implicar que estén quebradas y cotizando, pero sin liquidar. Mírese en un espejo, seguro que está blanco.
Fuente de los gráficos: VISUAL CHART