El tiempo es dinámicamente contínuo y no tiene fecha de caducidad

 

El conteo, con cifras o palabras para lo que sea, empieza siempre por la unidad,
que puede ser entera o fracción. Solo existen nueve dígitos: 123456789.

 

¡El cero no es un dígito bajo ninguna consideración real!

En un sistema de numeración barrado en vertical solo existe un número de dígitos igual a la base menos uno. Base diez menos uno son nueve (9), base dos menos uno es uno (1). Cambiar de opinión no es malo, pero permanecer en el error es de necios.

No puedo enseñar a nadie,
solo puedo hacerles pensar.
Sócrates

Ya en su día escribí un artículo que ha tenido, y sigue teniendo, una gran repercusión social, docente y científica con el título: El cero no existe como dígito, no es el origen de nada, ¿sabría Ud. demostrarlo? 

Lo tiene en nuestra web de la Fundación José de la Vega, en internet y en muchos más sitios. Si lo ha leído y estudiado ya, espero que le haya resultado de cierta utilidad y así verá que lo que le aporte este otro artículo será complemento para su formación y, con ello, disfrutar de un conocimiento cada vez más amplio y preciso sobre lo que sea. Debería entenderse que la razón y ser intrínseca, de lo que quiera que sea, posee muchísimo contenido funcional operativo por ser concepto primero y principal.

Investigar reflexionando en profundidad y extensión global sobre lo que sea siempre le ampliará el silo del conocimiento, ese almacén maravilloso que es el cerebro funcionando como ojo cósmico. Mirar y ver son dos oficios difíciles de aprender, pues mirar no es ver, como también oír no es lo mismo que escuchar. Que a uno le apliquen despectivamente el apelativo de crítico se debe interpretar como un halago, pues la persona que es crítica exponiendo las verdades evidentes científicas irrefutables es porque mira y ve más y mejor lo que quiera que sea con más precisión, profundidad y extensión que los demás. También se suele criticar al que se manifiesta con fluidez y claridad expresando conceptos convincentes de verdades irrefutables. Ya hace mucho tiempo que la verdad se ha ido de viaje a los cielos del ayer y es posible que, de seguir todo así de horroroso, ya no vuelva nunca jamás. De un tiempo acá, es la mentira perversa, junto con fraudes vergonzosos impunes, de los que dominan la vida por arriba y someten por abajo al rebaño.

No debería olvidar que el conocimiento es un gran capital y que solo sé lo que recuerdo. El conocimiento se deposita en el leguaje y éste se aloja en el cerebro, el cual actúa como recipiente, luego el cerebro es el recipiente del lenguaje español que posiblemente sea el mejor del planeta Tierra. Debería recordarlo y no olvidarlo nunca: una cosa es el plato y otra muy distinta lo que se deposita sobre él. Una hoja en formato A4 es una cosa y otra muy distinta lo que se escriba sobre ella. Un soporte es una cosa y otra cosa lo que se deposita sobre él. Aprovecho para destacar que un A4 no es lo mismo que un folio, pero es la palabra folio la que se sigue repitiendo ya sea por los políticos, los notarios, los comunicadores y casi en general. La gente va a una papelería pidiendo un paquete de folios, les dan uno de A4 y se van tan tranquilos. Lo que se mete en la fotocopiadora es un A4 y no un folio. Las medidas del A4 son, en milímetros, 210 por 297 y las del folio 215 por 315. Además, faltaría más, el primer formato es el A0, cuando debería ser el A1. Sí, sí, también aquí tiene Ud. el maldito cero. Las medidas del pliego de origen para obtener los formatos es, teóricamente, un metro cuadrado, pero tampoco aquí sale exacto, son 999.949 milímetros cuadrados. La matemática no es una ciencia exacta, es una ciencia aproximada, aunque algunas veces el resultado salga exacto. Reparta a partes iguales 5 € entre tres sobrinos y la razón 5/3 le sale 1,6666…, pero como la moneda más pequeña que existe es el céntimo de euro no podrá repartir monedas más pequeñas, por lo tanto no tendrá más remedio que repartir 1,66 € a cada uno y le sobrarán dos céntimos (1,663=4,98 €). Si aplicara el redondeo sería 1,673=5 € y 2 cts, pero como no los tiene de nada le vale el redondeo. El precio de la gasolina lo tienen en las gasolineras en un panel luminoso en el que figura con una parte entera seguida de tres decimales (1,869), con lo que si compra un litro no lo puede pagar en efectivo porque no tiene milésimas de euro, luego pagaría 1,86 €. Como el precio para el pago lo introducen en una máquina, es ella la que hace el redondeo y le sale la factura con 1,87 €. ¿Por qué no ponen el precio ya directamente con dos decimales, que es exactamente lo que tenían que poner y no andarse con tantas zarandajas?

Las acciones que cotizan en la Bolsa de Madrid en el Mercado Continuo lo hacen con cuatro decimales. El día doce de septiembre de 2022 Nyesa tiene una cotización real de 0,0022 €, siendo el trasiego de acciones de 4.248.300 y un efectivo negociado de 9.349,36 €. ¿Cómo es posible que coticen con cuatro decimales si la moneda euro solo tiene dos? Tampoco cumplen las normas de salto en pipos. En Nyesa las dos primeras posiciones de los decimales son ceros y los ceros no tienen valor real por no ser dígitos a los que se les pueda asignar atributo de cantidad ni de ninguna especie, luego realmente estaría en quiebra.

¿Ha visto en los paneles informativos de las gasolineras “servicio de 0 a 24 h”? Por norma de servicio continuo para todas sería no poner nada y así se entendería implícito el servicio las veinticuatro horas o servicio 24 h, pero no, hay que poner el dichoso cero. También en colegios para parvulitos de 0 a 3 años; pues, que yo sepa, no existen niños de cero años, ya que la edad biológica tiene inicio a partir de la fecundación del óvulo por el esperma, luego viene el parto y, seguidamente, el conteo del tiempo cronológico, con lo que hasta que no han transcurrido 365 días no cumple un año completo, aunque todos los días desde el nacimiento corresponden al agregado de unidades diarias para el conteo del primer año. Le preguntan al señor Paco la edad y contesta que justo hoy he cumplido 82 años. Se la vuelven a preguntar 335 días después y sigue contestando que 82 años. Sigue manteniendo la edad de 82 años cuando son 82 años y 11 meses, incluso hasta un día antes dice que son 82 años. Los agregados para el conteo se inician por el día, seguido de semanas y meses hasta llegar al año, etcétera. El error en el conteo de la edad es abismal, pero no somos conscientes de que no sabemos lo que estamos diciendo cuando afirmamos con rotundidad lo que está muy lejos de ser verdad. Así, o parecido, le pasó a Fibonacci cuando afirmó que, al mes de nacida una coneja, se quedaba preñada por el macho de la misma edad. La hembra no empieza a ser biológicamente fértil antes del tercer mes y el macho del quinto, por lo tanto, no hay ninguna posibilidad de que se quede preñada al primer mes de edad. Tengo refutado a este matemático en uno de mis libros, El principio universal del Módulo de Elliott, y también al famoso Newton, que no consiguió demostrar el desarrollo de un binomio, pues entre las barbaridades que dijo es que factorial de cero partido por factorial de cero era uno (0!/0!=1). También habrá visto que en el envase de un tipo determinado de cerveza figura impresa la expresión 0,0% de alcohol o también sin alcohol, para significar que contiene un porcentaje pequeño de alcohol. Aclaro que el símbolo de porcentaje no se escribe junto, se escribe con una separación (0,0 %), pero escribirlo junto es parte de la pandemia del desconocimiento que va en aumento y que lo verá en muchos medios de comunicación del tipo que sea. ¿Por qué no ponen directamente el porcentaje máximo autorizado convenido? Por poco que tenga, siempre hay algo, pero poniendo cero por ciento se puede inducir, intuitivamente, que no tiene alcohol.

Es una evidencia científica de exactitud acordada que todo número primo natural mayor que uno (1) tiene solo dos divisores positivos, por sí mismo y por la unidad, por lo tanto, al ser el uno (1) una identidad per se, no es primo. En consecuencia, la serie de los primeros números primos es 2,3,5,7,11,13,17,19,23,29... Concepto que es el que han utilizado para determinar la letra añadida al número del DNI para la identificación fiscal al tomar como referencia el número primo 23, de ahí que al dividir un número natural entre 23 sale el cociente, que puede ser exacto cuando corresponda a un múltiplo de 23 o tener un resto. Pues bien, todos los múltiplos de 23 tienen un cociente entero y no hay resto por ser exacto, pero los demás sí tienen resto, 23/23=1; 24/23=1 más el resto que es 1; 25/23=1 y resto 2, y así hasta 45/23=1 y resto 22, pero 46/23=2 y ya no tiene resto, luego el último con resto es el 22. Ante esta situación real, han considerado que, cuando no hay resto, porque es exacto, han aplicado cero (23/23=1+0), así que al elegir las letras del abecedario la serie la han iniciado 0,1,2,3…19,20,21 y 22, asignándole a cada uno una letra de parte del abecedario, pues de las 27 han elegido solo 23, ya que el siguiente número primo es el 29, que es superior al número de letras. Así resulta la serie cíclica 0T, 1R, 2W, 3A, 4G,…. 20C, 21K y 22E. ¿Por qué al concepto exacto no le han asignado directamente, sin más, la letra T en vez del cero? Parecido es lo de la Dirección General de Tráfico con las matrículas, ya que al primer coche matriculado de una serie le han asignado 0000 BBB con lo que el nº 10 es el 0009 BBB. Lo mismito que pasó con el final del siglo pasado, que como los informáticos comenzaron con el año cero (0) resultó que los cien años concluían en 1999. Lo resolvieron inmediatamente corriendo la serie una unidad, es decir, eliminando el cero (0) y empezando el conteo desde el año primero que es el uno (1) y que es como se hace siempre el conteo. Comenzar por cero es consecuencia de un desconocimiento descomunal, incluso vergonzoso y denigrante para los profesionales de la informática aplicada y sus aledaños. En el concepto cuántico con relación al tiempo no existe el momento cero.

En la información que ofrecía televisión española (tdp) de la reciente Vuelta a España presentaban en pantalla los tiempos en segundos con comillas en la parte superior derecha (+28’’), concepto que corresponde a medida de arco y no de tiempo (+28 s). Si se quiere cambiar la realidad basta con cambiar la palabra que la define, pero la realidad en sí realmente no cambia. Felipe González: NO A LA OTAN, pero SÍ A LA NATO. ¿Cuántas veces ha oído decir a los demagogos que la sanidad es universal y gratuita y lo mismo para la enseñanza? Como si la financiación con impuestos fuera una especie de maná caído del cielo. No olvide que muchas cosas que se dicen nada tienen que ver con la realidad. Lo que condiciona realmente no es el dicho, es el hecho nocivo repetido hasta la saciedad, que termina por ser, para la masa, verdad irrefutable.

Darle un poco más de vuelta al concepto de lo denominado cero, que cada vez más se emplea como si fuera una panacea que soluciona definitivamente la enfermedad de la ignorancia, nunca debería ser demasiado, siempre que se aclaren algunos de los errores que cada vez son más generalizados en el uso de lo que realmente no existe en unos sistemas de posición barrados en vertical, normalmente en base diez o dos. Científicamente, con carácter absoluto y sin ninguna posibilidad de ser refutado, en el sistema de base diez únicamente existen nueve dígitos y en el de base dos un dígito. Nueve en el de base diez y uno en el de base dos. ¡Y nada más! Para construir un sistema de posición barrado en vertical el número necesario de dígitos son la base menos uno, luego diez menos uno son nueve (9) y dos menos uno es uno (1). El concepto de cero (0) que tanto he vituperado, por su uso no adecuado, no es un dígito bajo ninguna condición real. Su uso cada vez más indiscriminado, por desconocimiento o porque se vea y copie inconscientemente cada día más, no deja de ser un disparate y se esté convirtiendo en una realidad plena, cuando realmente no es ni siquiera una ficción. Esta nefasta realidad, que desgraciadamente va en aumento, me recuerda a la propaganda de Goebbels: “Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad.”

Se debería saber de forma profesional y casi en general, a priori, que existen varios sistemas de numeración con distintas bases: binario 2 con un solo divisor, decimal 10 con cuatro divisores, duodecimal 12 con seis divisores, sexagesimal 60 con doce divisores, etcétera, y que se utilizan muchas veces conjuntamente. Así, para la hora del día 12 h y 24 h, y para los minutos y segundos el sexagesimal 60 min y 60 s. Para las fracciones del segundo la base que se utiliza es el sistema decimal y se mide en décimas de segundo, centésimas de segundo, milésimas de segundo, etcétera. El sistema de posición barrado en vertical así construido, para la base que sea, es el que se utiliza para, sobre él, hacer el concepto denominado conteo, que teóricamente es ilimitado para cualquier magnitud, de lo que sea o proceda. Todo lo que sea que se refleje en el sistema de posición barrado en vertical tiene su correspondiente nomenclatura específica y concreta, bajo unas normas genéricas ya de antemano normalmente establecidas. En el sistema de posición barrado en vertical y comenzando de derecha a izquierda, a efectos de enteros, son unidades, en la segunda son decenas, en la tercera centenas, en la cuarta unidades de millar, en la quinta decenas de millar, en la sexta centenas de millar; seguidamente los millones y billones y, así sucesivamente, sin límite teórico. Ahora bien, las unidades enteras pueden ser fraccionables y, en ese caso, las posiciones en el sistema de posición barrado en vertical se sitúan a la derecha de las unidades enteras y éstas también tienen su nomenclatura, limitada según su posición y proceda para cada caso en décimas, centésimas, milésimas, diez milésimas, cien milésimas, millonésimas, etcétera. De los diferentes sistemas de unidades correspondientes a distintas magnitudes, en esta ocasión me voy a centrar en el concepto tiempo, cuya unidad de referencia básica es el segundo en los Sistemas Internacional de Unidades, el Cegesimal y el Técnico. Así, sesenta segundos (60 s) equivalen a un minuto (1 min) y sesenta minutos (60 min) a una hora (1 h), por lo que una hora (1 h) equivale a tres mil seiscientos segundos (3.600 s), y para el día de veinticuatro horas (24 h) setenta y seis mil cuatrocientos segundos (76.400 s). Observe que para este conteo la referencia de la base es 60, denominada sexagesimal. Para la medición de los arcos en geometría se emplean los grados (5), minutos de grado (5’) y segundos de grado (5”). Pero aquí me sigo refiriendo al tiempo como una magnitud física para poder medir, con cierta aproximación, el intervalo del desplazamiento correspondiente al subyacente tiempo en una serie dinámica ininterrumpida ordenada secuencialmente de acontecimientos o referencias asignadas convenidas. La medición base se hace a partir de 1957 tomando como referencia el tiempo atómico, pero antes era la duración del día solar medio entre los años 1750 y 1890. En las fechas de los años, por convenio, no se pone punto para separar las unidades de millar.

En el párrafo anterior he escrito que las unidades enteras pueden ser fraccionables, tal y como corresponde a las medidas de tiempo que, en este caso, está considerado como unidad de referencia básica el segundo (1 s), por aproximación al latido del hombre en reposo, por lo que las siguientes referencias de las fracciones son decisegundo, centisegundo, milisegundo, microsegundo, nanosegundo, picosegundo, femtosegundo, attosegundo, zeptosegundo y yoctosegundo; si quisiera más curiosidad, vea la longitud de Planck respecto a la distancia que recorre un fotón viajando a la velocidad de la luz en el vacío. En principio, se debería admitir que el espacio temporal es constantemente dinámico y los sistemas empleados para su medida son adaptativos por aproximación, por lo tanto, el tiempo en sí es lo real y los dispositivos de medición son de aproximación. En Suiza hay un reloj atómico que funciona con un error máximo de un segundo en treinta millones de años . Ya se ve, y así se tendría que entender, que el tiempo es continuo y no tiene fecha de caducidad; pero los yogures, sí. 


Así resulta, con claridad absoluta, que el tiempo es una cosa y el sistema para medirlo es otra cosa, la cual pretende ajustarse por aproximación, pero no es realmente el tiempo en sí. Un vaso de cristal como recipiente de doscientos cincuenta centímetros cúbicos puede contener más o menos, dependiendo de la tensión superficial que conforma el menisco del líquido, el cual puede ser cóncavo (si moja) o convexo (si no moja). Con carácter general, las mediciones sobre lo que sea siempre hay que considerarlas adaptativas con la máxima aproximación posible. La realidad es una cosa única y la medida otra aproximada, aunque en ocasiones resulten una identidad o la denominada certeza o exacto. El segundo tomado como base de conteo puede que tenga la referencia en el pulso de un hombre en reposo, referencia al funcionamiento del corazón que, a imagen y semejanza, funciona constantemente de forma ininterrumpida, tal y como lo hace el concepto tiempo. Ni en el tiempo y tampoco en el corazón existen intervalos muertos o nulos, por lo tanto, no se les puede aplicar la barbaridad de los ceros. El concepto 00:00 no existe, afortunadamente al menos cuando se refiera a nuestro corazón, aunque tampoco respecto al tiempo.

También es ciego el que mira y no ve

En 1983 compré un reloj de pared atómico de cuarenta centímetros de diámetro y lo colgué en la sala de operaciones para que se viera bien por los operadores. Una vez instalado, ya no hubo ninguna disculpa sobre el cierre exacto de las cotizaciones en los mercados. Como quiera que la referencia horaria la hacían por sus relojes, había veces que se retrasaban a la hora de cierre del mercado y se quedaban con operaciones abiertas, lo que suponía, en algunas ocasiones, un quebranto. Con la instalación del reloj atómico desaparecieron las disculpas y los errores. Aún lo conservo en el aula en la que sigo dando clases.

Copio de forma muy resumida y como orientación somera que, según la definición del Sistema Internacional de Unidades, un segundo es igual a 9.192.631.770 periodos de radiación correspondientes a la transición entre los dos niveles iperfinos del estado fundamental del isótopo 133 del átomo de cesio. Así resultan los desfases entre el segundo como unidad de tiempo astronómico y el segundo medido con el atómico, por ser más estable que la rotación de la Tierra.

Párese un momento y vea que he estado escribiendo un texto en un lenguaje escrito y no he puesto apenas dígitos, además Ud. puede verificar que se pronuncian las letras, las sílabas y las palabras porque todo en sí mismo tiene su sentido y razón de ser per se, cosa que no se da en otros idiomas, por lo que debería quedarle muy claro que nuestro idioma puede que sea el mejor del mundo. Además, con carácter general, lo primero y principal es el pensamiento, seguido de las ideas y, seguidamente, el lenguaje hablado, el cual se puede expresar por escrito, aunque también existen otros lenguajes como el gesticular, mímico, sensibilidad táctil, etcétera. El número natural 30.005 se lee tres decenas de millar más cinco unidades o, en lo común, treinta mil cinco. Observe con la máxima atención que de los ceros que hay en el número no se pronuncia ninguno. ¿Cuántos dígitos hay en este número? Solo dos, el 3 y el 5. Este número expresado con barrado vertical de posición sería así: |3| | | |5| tres decenas de millar más cinco unidades, o treinta mil cinco, por lo tanto, solo hay dos dígitos y nada más. Los espacios en blanco no se pronuncian porque en ellos nada existe, aunque se rellenen con el denominado cero, o con lo que quiera que sea. ¡Solo se pronuncian los dígitos! Mire bien lo que sigue, porque es la misma cantidad que la anterior, 000030.005,00. La razón y ser de una determinada realidad intrínseca per se es única, y todo lo que la modifique o distorsione es fruto de la ignorancia respecto a ella. Es simple y sencillo: ¿se entiende bien que un roto no es un descosido?

También puede leer en la cabecera de un periódico de gran tirada nacional que el precio el domingo son 3,00 euros, pues mejor sería 3 euros o tres euros y así no se pondrían los dos ceros ni la coma. También podrá ver en un reloj con cajeado estático que las tres de la tarde más cinco minutos y tres segundos es como sigue:
03:05:03. En un sistema de posición los dígitos toman su valor por el lugar en el que se colocan, de tal forma que puede haber una o varias posiciones libres seguidas o alternas, por lo tanto, el error de programación se comete al considerar, a priori, un barrado vertical estático en vez de dinámico adaptativo, que es el que se ajusta a la realidad y es el que se tendría que hacer, pero les resulta más complejo por lo que tiran por la calle de en medio y a lo fácil, camino que lleva a la vergonzosa chapuza.
Todo este galimatías tiene como consecuencia el empecinamiento en colocar ceros sin ton ni son. Para los que tienen las ideas o el conocimiento torcido, les da lo mismo un roto que un descosido. Por mucho que insistan, un roto no es un descosido.

Más fácilmente se añade lo que falta
que se quita lo que sobra
Quevedo

En un calendario de toda la vida nunca se ponen ceros delante de los números naturales correspondientes a las fechas de los días, semanas, meses, años, etcétera, pero tampoco en un reloj de pared ni en un conteo normal; pero, cuando los nuevos sabios programadores indocumentados lo pasan a un sistema digital (que no tiene nada más que nueve dígitos), se vuelven locos poniendo cosas que no sirven para nada en posiciones de las bases de numeración que no existen. Además de los ceros, también es una pandemia patológica mental la mala aplicación de la coma en la separación de los decimales de los enteros al colocarla en la parte superior, cuando su lugar es en la parte inferior. Ya no digamos las ausencias de las tildes, que vas a Correos de España y no ponen ni una, pero tampoco en Telefónica. También TVE confunde los minutos de tiempo (5 m) con los de grado en arcos (5’). ¿Cómo es posible confundir tiempo (5 min o 5 s) con grado (5´ o 5 ´´)? Por si fuera poco, el desmadre lo podrá apreciar cada vez que vea el tanto por ciento, pues cinco por ciento lo verá 5%, en vez de 5 %. Lo ponen junto al dígito, en vez de separado, que es como está acordado por norma. En un diario de tirada nacional, en un solo ejemplar de hace unos días he contado más de 150 errores de este tipo, aunque ya se lo tengo advertido al director y a redacción varias veces por teléfono y por correo electrónico. El MINISTERIO DE CULTURA Y DEPORTE (BONO CULTURAL) coloca de forma destacada 400€ (en vez de 400 €) para productos y servicios culturales. En los horarios de atención de 8:00 a 19:00 horas de lunes a viernes; pues, ¿por qué no ponen de 8 a 19 horas? Pues no, hay que copiar el cajeado estático y rellenarlo de ceros en vez del dinámico colocando solo los dígitos que procedan y nada más; pero en este caso puede que sea más grave, ya que dice bien claro que ha sido diseñada y maquetada por FNMT. También la EMT de Madrid, faltaría más, pone en el panel de información de los autobuses el diferencial del tiempo de llegada como si fueran unidades de arco, así para los minutos 2’ y para los segundos 18’’, cuando son unidades de tiempo 2 min o 18 s.

¿Sabe y recuerda que el cerebro tiene registrado todo lo que es en sí mismo
nuestro cuerpo en su razón y ser intrínseca total?

Nuestra capacidad para mirar y ver nos permite medir directamente y siempre en grado de aproximación, o cuantificar la energía que hay que enviar sobre muchos objetos o actos que realizamos; así, resulta que Ud. aparca su coche cuantificando, a ojo, si en el espacio que hay libre lo puede meter o aparcar, pero no necesita medir el largo y el ancho, simplemente sobre la marcha lo valora y actúa normalmente con éxito, aunque a veces se tiene que ayudar un poco con el oído. Hace muchos años los trabajadores de una obra, o los que se encontraban en el campo, clavaban una estaca de madera o barra de hierro en el suelo para saber la hora de comer, pero también se levanta con la referencia de la hora solar y su reloj biológico. Ahora hay muchos tipos de relojes, llevan uno en la muñeca (incluido pulsómetro), el del móvil y el del coche, pero casi seguro que todos marcan referencias horarias distintas. Ya Calos V pasaba mucho tiempo en Yuste intentando cuadrar todos los relojes que tenía para que tuvieran la misma hora, pero se murió sin conseguirlo.

Pero también podemos, con cierta aproximación, pesar un objeto y aplicarle la energía que nos parece adecuada para levantarlo o lanzarlo. Si a un jugador de baloncesto que se entrena con un balón y el día del partido le ponen otro, aparentemente igual, pero que pesa cuatrocientos gramos más, no encesta en la distancia con la misma precisión que un día antes lo hacía en los entrenamientos, pues la variación de la energía que tiene que aplicar ya no es la misma de los
entrenamientos y que el cerebro había registrado. ¿No le parece casi prodigioso que tantos aciertos se puedan conseguir a ojo, pero con el cerebro adiestrado? También podemos medir las distancias con pasos o con palmos o a ojo de buen cubero, se solía decir. Ahora al coche le cambian la aleta estropeada, pero antes la recomponía el profesional chapista a martillazos y la dejaba casi perfecta. Tenemos dos ojos y se puede entender que con uno valdría y el otro es de repuesto; con uno vemos en el plano y con los dos la mirada es espacial. Estando en la mili nos llevaron a unas prácticas de tiro y en la revisión, antes de comenzar, me dijo el instructor que me encarara el fusil para ver si lo hacía bien, pero al verme que lo hacía con los dos ojos me dijo que cerrara el ojo izquierdo, a lo que le contesté que no, ya que con los dos lo veía mucho mejor. Él insistía en que tenía que ser con uno sólo y yo le repetía que no y que tiraría con los dos abiertos. En la revisión de las dianas pasó delante de mí y no se paró, porque no quería ver el desastre. Me fui detrás de él y le hice volver para que lo viera. Lo hizo de mala gana y se echó las manos a la cabeza, pues pudo comprobar que los había metido todos dentro de un círculo de unos seis centímetros de diámetro. Hay que mirar con los dos ojos para enviarle al cerebro las fotografías con la mayor nitidez posible, pues así la respuesta por contraste será una única realidad con la máxima precisión. Debería saber que, de los dos ojos, el derecho suele ser el director y el otro complementa, pero cuando es el izquierdo se encara con el pómulo izquierdo de la
cara. Con los dos ojos la imagen es tridimensional y podemos medir, cosa que con uno solo, no.

Una vez más, recuerde que mirar y ver
son dos oficios muy difíciles de aprender

En el mundo animal existen muchas leyes naturales y biológicas que las concede la naturaleza a cada especie. Lo más cerca que tenemos es nuestro cuerpo dinámico funcionando como un microcosmo y en un orden perfecto, muy posiblemente a imagen y semejanza del cosmos en el que vivimos. ¿Cómo es posible que lo que más cerca y valioso que tenemos sea nuestra persona, en su razón y ser intrínseca, con tantas funciones dinámicas tan maravillosas y sea de lo que menos nos ocupamos y más desconocemos? El origen de este abandono imperdonable puede que sea porque la salud es silenciosa. La salud no grita ni duele, ni llama a golpes, ni su trabajo dinámico interior protesta porque no se cansa de estar las veinticuatro horas del día trabajando sin descanso. Los latidos del corazón en un día de 24 horas suelen ser unos cien mil (100.000) y en trescientos sesenta y cinco días resultan treinta y seis millones quinientos mil (36 500 000). Multiplique la cantidad anterior por sus años y pregúntele a su corazón si está cansado. Nuestras funciones de vida son dinámicas de forma continua y, si ellas no se cansan, ¿de dónde sale el que cada vez haya más gente que parece que ya han nacido cansados? Yo ya soy muy añoso y hasta la fecha no hay nadie que me haya oído decir, o parecer, que esté cansado. Muchos días seguidos doy cuatro horas de clase por la mañana y otras tantas por la tarde, sin parar de hablar. La salud no es negocio, pero las enfermedades sí.

¿Cuántas veces al día se interesa por la hora que es? El conteo de las horas lo podemos hacer sobre la referencia de doce (12 h) o de veinticuatro (24 h). Sobre la
referencia de doce consideremos que a las once más sesenta minutos son exactamente las doce. El conteo, en proceso continuo, pasa de las doce más sesenta minutos a la una del mediodía, y sesenta minutos después a las dos. Y así sucesivamente hasta llegar a las once de la noche, a la que le agregamos sesenta minutos más y son las doce (de la noche). Las doce, más sesenta minutos ininterrumpidos corresponden a la una, y 60 minutos después son las dos. Y así sucesivamente. Pero no las 24 h y lo que le sigue son 00:00, porque esta barbaridad tan bárbara no es que sea verdad o mentira, simplemente no existe. De seguir esta degeneración, terminarán añadiendo, sin saber lo que hacen, las posiciones de segundo y décima de segundo, que sería como sigue: 00:00:00:00; además, sin darse cuenta de que las horas están en base 24 (un día completo), los minutos y segundos en sexagesimal y, a partir de las décimas, en base diez.

A las veinticuatro horas del día anterior, en continuidad y sin ninguna interrupción digna de mención, le siguen sesenta minutos (60 m) y nos marca la una, seguidamente las dos… y las once de la mañana y sesenta minutos más marca las doce del mediodía. Y así sucesivamente se van agregando más horas hasta llegar a las once de la noche, y sesenta minutos más marca las veinticuatro (24 h). El día siguiente comienza a partir de las 24 h y no a partir de las 00:00, tal y como dice el Gobierno en el Boletín Oficial del Estado. Si el origen para el comienzo de la entrada en vigor de un Decreto, o de lo que sea, a partir de una referencia de fecha que no existe, es evidente que una parte del contenido no se puede cumplir, ya sea por defecto de forma o por lo que en derecho corresponda, por lo tanto, ¿es nulo de pleno derecho?

En misa, le dice una señora a otra: “tiene Ud. el Misal al revés” y la otra contesta: “pues como me lo puso la criada.”

Un edificio tiene siete plantas de pisos, una planta baja de locales y otra planta por debajo de la rasante para garaje. Ud. vive en la planta segunda y letra A. Decide utilizar el ascensor hasta la planta menos uno, que es donde tiene aparcado su coche. Pulsa el botón de menos uno y el ascensor comienza a descender pasando por la primera, seguidamente por la planta baja y por fin llega a su destino. Es casi seguro que para la planta baja tiene marcado un cero. De ser así, que es casi seguro que lo es, ¿por qué en vez del cero no tiene el símbolo B? Es más, ¿ha notado Ud. que al pasar de la planta primera a la planta cero (baja) se haya parado un poquito o desde la planta cero (baja) a la menos uno? ¡Dónde pondría Ud. el 00:00 incluso el 00:00:00 para ser más preciso? Pues eso, que visto lo visto y lo que nos queda por ver se deduce que menos discoteca y más biblioteca.

Todos cometemos errores, yo también, pero no tantos.

Antonio Sáez del Castillo

25 de noviembre de 2022

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